Madrid.- Son las "ingenieras de los ecosistemas" por la capacidad que tienen para moldear el suelo y crear ambientes nuevos, pero las lombrices podrían sufrir importantes daños a causa de la crisis climática, lo que podría provocar efectos en cascada sobre todos los ecosistemas terrestres.
Así se pone de relieve en un estudio internacional, en el que ha participado un equipo de científicos españoles, realizado con las muestras que se han tomado en casi 7 mil localizaciones de 57 países y cuyas conclusiones publica este jueves en la revista Science.
Los investigadores han concluido también que, aunque lo previsible era pensar que la diversidad de lombrices es mayor en los trópicos, las evidencias científicas han demostrado que la riqueza es superior en las zonas más templadas.
El estudio concluye que las comunidades de lombrices de tierra, y las importantes funciones que cumplen en los ecosistemas, se podrían ver sustancialmente afectadas a causa de la emergencia climática.
Estos animales, han subrayado los investigadores, desempeñan una labor muy importante como "ingenieras de los ecosistemas" y pueden tener un impacto "transformador" en el medio ambiente.
Los resultados de la investigación demuestran que las variables climáticas, y sobre todo las precipitaciones y la temperatura, son determinantes en la biodiversidad de estos animales a nivel mundial, y que las distribuciones de estas poblaciones son muy sensibles al clima.
En el estudio han intervenido 141 científicos de 35 países, entre ellos cinco investigadores del Grupo de Zoología del Suelo de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
Las lombrices fabrican galerías, modifican el suelo y crean ambientes nuevos que sirven como hábitat para otros animales.
Darío Díaz, profesor emérito de la Universidad Complutense y miembro de este grupo, ha explicado que las lombrices se comportan de una forma muy diferente a como lo hacen los animales que viven sobre el suelo, y ha señalado como ejemplo la mayor diversidad de estas especies que existe en las zonas templadas -mayor que en los trópicos-.
El profesor emérito de la UCM ha señalado que ello se debe a que en las zonas tropicales las lombrices son mucho más grandes, pero como tienen una menor densidad de población su biomasa total es menor, a diferencia de lo que sucede con los animales que viven sobre el suelo.
La distribución de las lombrices está regulada por factores climáticos, por eso existe, entre los investigadores, preocupación por los efectos que la crisis climática va a tener sobre esas poblaciones.
El investigador ha subrayado la importancia de las funciones y servicios ecosistémicos que desempeñan, ya que "fabrican" galerías, modifican el suelo y crean ambientes nuevos que sirven como hábitat para otros animales.
Al construir esos túneles, las lombrices modifican las propiedades hídricas del suelo y permiten así que las plantas dispongan de más agua; y al alimentarse de materia orgánica, degradarla y someterla a una actividad microbiana generan numerosos nutrientes.
El profesor ha subrayado que las plantas crecen mejor donde las comunidades de lombrices están "sanas y activas" y que las cosechas son también mejores, en cantidad y en calidad, en los lugares donde habitan estos pequeños animales.
El grupo de animales más importante de la historia de los ecosistemas terrestres
Así, todos los servicios ecológicos que prestan las lombrices podrían verse afectados a causa del cambio climático, que podría provocar la desaparición de estos animales o la sustitución por otras menos adaptadas y que presten menos servicios, lo que según Darío Díaz es "preocupante".
Ha recordado que Charles Darwin ya corroboró en 1881 la importancia de las lombrices, al señalar a "estas criaturas de organización tan simple" como el grupo de animales más importante de la historia de los ecosistemas terrestres.
Los investigadores que firman el estudio han resaltado que la biodiversidad es un criterio importante para la determinación de espacios protegidos, y han hecho un llamamiento para que se modifiquen las políticas de conservación de la naturaleza en el sentido de integrar la fauna del suelo para conservar de una forma más real y eficaz toda la biodiversidad y velar por los servicios ecosistémicos.