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Nueva York.- Los programas de agrosilvicultura, reforestación y forestación, en regiones tropicales, pueden contribuir a reducir la degradación de la tierra y actuar como sumideros de carbono, a fin de mitigar y ayudar a los ecosistemas a hacer frente a un clima cambiante.
Un informe especial publicado este jueves por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático señaló que estas soluciones basadas en la naturaleza, que presentan un enfoque holístico del uso de la tierra al aprovechar los recursos existentes, nos permiten hacer uso de la capacidad restauradora intrínseca del planeta.
"Desarrollar y permitir el acceso a fuentes de energía más limpias es una de esas soluciones", consideró Musonda Mumba, experta en ecosistemas del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
"Al reducir la necesidad de quemar madera y carbón vegetal para obtener energía, las tecnologías de energía limpia ayudan a reducir las emisiones de carbono y frenar las prácticas de deforestación, al tiempo que proporcionan beneficios socioeconómicos y de salud, particularmente para mujeres y niños", puntualizó.
El informe dado a conocer por el PNUMA refirió que “los niveles actuales de calentamiento global se ven amplificados por el aumento de la escasez de agua, la erosión del suelo, la pérdida de vegetación, el daño de los incendios forestales, el deshielo del permafrost, la degradación costera y la disminución del rendimiento de los cultivos”.
Consideró que a medida que los gobiernos actúan y las comunidades, organizaciones internacionales y agronegocios implementan cambios hacia la producción sostenible de alimentos y el uso de la tierra, las personas también debemos tomar consciencia y hacer nuestra parte.
"El nivel de riesgo que plantea el cambio climático depende tanto del nivel de calentamiento como de cómo evolucionan los patrones de población, consumo, producción, desarrollo tecnológico y gestión de la tierra", apuntó.
Con un asombroso 25 a 30 por ciento de los alimentos producidos que se pierde o desperdicia alrededor del mundo, se necesitan mejores prácticas posteriores a la cosecha, almacenamiento, transporte y educación del consumidor para abordar el desecho de alimentos.
Hay otras formas en que las personas pueden contribuir a reducir el uso del agua, cambiar a una dieta más sostenible basada en plantas y reducir el consumo de productos tóxicos no reutilizables.
Si bien podrían ser necesarios algunos ajustes y sacrificios, "se pueden aplicar muchas opciones de respuesta sin competir por la tierra y tienen el potencial de proporcionar múltiples beneficios colaterales", consideró el reporte.
El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), de las Naciones Unidas, se reunió durante cinco días en Ginebra, Suiza, y este jueves dio a conocer su informe con la recomendación de reducir el consumo de carne en la alimentación y modificar la manera en que se usa la tierra a fin de frenar el fenómeno.