Madrid.- El Proyecto LIBERA, de SEO BirdLife, en alianza con la ONG medioambiental Ecoembes, pidió a la población que no sólo proteja la salud de las personas ante el coronavirus (COVID-19), sino lo haga también con la de la Tierra.
“Más aún cuando todo apunta a que el virus SARS-CoV-2 tiene un origen zoonótico, es decir, está relacionado con la interacción del ser humano con la naturaleza y, en concreto, con otras especies animales”, señaló.
SEO BirdLife resaltó que esta crisis sanitaria ha generado la utilización masiva de guantes y mascarillas, siendo productos que en su mayoría no pueden reutilizarse.
Por ello, desde LIBERA, SEO BirdLife y Ecoembes solicitaron responsabilidad absoluta para que este nuevo residuo termine en los contenedores, ya sean del hogar o la calle y no en el suelo de entornos urbanos, periurbanos o rurales.
Dijeron que una mala gestión de dichos materiales podría convertirse en una nueva tipología de basuraleza (basura abandonada en la naturaleza) y generar un gran impacto contaminando los espacios naturales.
De hecho, en algunas playas de China, ya han aparecido este tipo de residuos. Hay que evitar, por tanto, que nuestras playas sigan la misma dinámica, advirtieron.
Miguel Muñoz, coordinador de SEO BirdLife del Proyecto LIBERA, puntualizó que es importante no escatimar en el uso de protección que desde las administraciones indiquen, tanto en cantidad como en calidad y modo de empleo.
Pero de la misma manera, añadió, es importante mantener la prudencia en aquellas cuestiones que no tengan una evidencia científica y no hayan sido recomendadas por los responsables públicos.
En el informe sobre el impacto del plástico en los entornos naturales del Proyecto LIBERA, se indican los principales daños que produce el abandono de este tipo de residuo; dañan los ecosistemas de diferentes formas (muerte de especies por ingesta directa, generación de incendios, enredo, entre otros) “pero también juegan un rol importante en la propagación de este tipo de patógenos”.
De acuerdo con SEO BirdLife, en un artículo de 2015, se evidencia cómo diferentes patógenos se adhieren a las basuras marinas y, en concreto, los microplásticos, para viajar de un lugar a otro colonizando nuevos entornos. De esta forma, diferentes patógenos, y entre ellos los virus, pueden utilizar estas basuras como vector para su expansión.
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