México.- México fue el primer generador de residuos en América Latina en 2018, con un promedio de producción de 1.16 kilogramos diarios por habitante equivalentes a 117 mil toneladas de residuos a nivel nacional en un solo día; de ellos 70 por ciento termina en los ríos, mares, selvas y bosques, destruyendo el ecosistema.
Estas estadísticas apuntan a una misma premisa: estamos por encima de los límites del planeta, lo cual es preocupante, afirmó el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, Ricardo Monreal, durante la firma del “Acuerdo Nacional para la Nueva Economía del Plástico en México”.
Durante el evento, realizado en el Salón de Plenos de la Cámara Alta, Jorge Carlos Ramírez Marín, explicó que el acuerdo no es una legislación ni el final del camino legislativo sobre el plástico: “todavía hay que trabajar muchas cosas más, como la coordinación interinstitucional y la responsabilidad”.
Sí es, continuó, el material de base a partir del cual vamos a evitar la contaminación de nuestros ríos, mares, lagos y carreteras, a partir del mal uso del plástico. No es una solución única, pero esperamos que sea una de las mejores soluciones instrumentadas.
El acuerdo es una expresión de voluntades, que propone números, metas, fechas, y por primera vez, un mecanismo de revisión integrado por la industria, la autoridad y entes imparciales que puedan dar fe de los trabajos de verificación.
En su intervención, Ricardo Monreal señaló que cualquier actividad económica que contempla la producción o el consumo de bienes y servicios genera residuos, los cuales, al no gestionarse adecuadamente, provocan un impacto negativo en el medio ambiente y en la salud humana.
Refirió que a nivel mundial se extraen alrededor de 60 mil millones de toneladas de materia prima para la fabricación de diversos productos. La mitad de esos recursos no se regenerará, sino por el contrario, traerá más residuos, que consumirán más energía y producirán altos niveles de contaminación.
Tras mencionar las estadísticas respecto al país, Monreal Ávila dijo que se requieren acciones concretas, imaginativas e innovadoras; por eso el acuerdo es el primer intento entre empresas, industrias, organizaciones no gubernamentales, académicos y sociedad civil, de compromisos robustos, serios, en materia de medioambiente, que se traduzcan en acciones concretas y condiciones sustentables.
Dio a conocer que se han presentado distintas iniciativas sobre la Ley General de la Economía Circular, con las que podremos pasar de una economía lineal, en la que se extrae, transforman, venden y desechan todo tipo de materiales, envases y productos, a una economía circular, a partir de la cual se preserve, economice, recicle, repare y reutilice esos mismos recursos para producir otros.
El objetivo común es frenar la destrucción de los ecosistemas, mitigar el impacto ambiental y alcanzar las metas adoptadas internacionalmente, porque todos somos corresponsables de construir un México sustentable y responsable en materia ambiental.
El acuerdo nacional sobre la nueva economía de los plásticos será enriquecido, continuó, y es el inicio de donde surgirán las iniciativas de ley necesarias. “Lo reprobable sería que no se hiciera nada, que frente al desafío que implica el grave daño causado al planeta, nos mantuviéramos callados”.
A la firma del Acuerdo acudieron los representantes de empresas, de asociaciones civiles y de organizaciones industriales que se comprometieron a cumplirlo. Durante el evento protocolario, Greenpeace mostró una pancarta en la que señalaba “Este Acuerdo es para seguir contaminando”.