Bruselas.- La Comisión Europea (CE) presentó una propuesta este miércoles para prohibir la puesta en el mercado europeo de materias primas y productos que hayan contribuido a la deforestación o a una degradación de los bosques.
En particular, se aplicaría al aceite de palma, la carne de vacuno, la soja, el café, el cacao y la madera y algunos de sus productos derivados, por ejemplo el cuero, el chocolate o los muebles.
La lista de productos, seleccionada tras un estudio de impacto de los que más han contribuido a la deforestación, podrá ampliarse en el futuro, explicó en rueda de prensa el comisario europeo de Ambiente, Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius.
El caucho podría ser otro de los productos que se añada, según la CE.
La normativa que propone Bruselas establece normas comunes para cualquier empresa, de la UE o el extranjero, que venda esos productos en el mercado comunitario.
Cómo funcionará la normativa
Según el Reglamento propuesto, las empresas deberán confirmar a las autoridades de los estados miembros que los productos que comercializan en la UE respetan las normas comunitarias.
También tendrán que recopilar información relevante sobre las materias primas y productos para asegurar que no han sido producidos en tierra deforestada o degradada después del 31 de diciembre de 2020.
Ello les obligará a analizar y evaluar su cadena de suministro y a adoptar medidas de mitigación, por ejemplo a través de herramientas de monitoreo por satélite, auditorías de campo y otras medidas.
Por su parte, las autoridades nacionales tendrán acceso a través de un sistema a la información sobre los productos, que incluirá por ejemplo los países de producción o las coordenadas geográficas.
La Comisión, por su parte, pondrá en marcha un sistema de evaluación para identificar a los países que presentan un riesgo bajo, estándar o alto de producir materias primas o productos que no estén libres de deforestación.
Según el comisario de Medio Ambiente, todas estas medidas no llevarán a un "aumento significativo de los precios de esos productos" y los beneficios superarán los inconvenientes.
El principal impulsor de la deforestación y la degradación forestal es la expansión de la tierra agrícola, que está vinculada a la producción de productos básicos que importa la UE, como soja, carne vacuna, aceite de palma, madera, cacao y café.
Al ser una de las principales economías y consumidoras de estos productos básicos, la UE se considera "responsable" de este problema.
Se espera que las nuevas normas reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero y la pérdida de biodiversidad.
Reacciones de los ecologistas
La ONG Friends of the Earth Europe consideró que la propuesta, "aunque es un pequeño progreso, es inadecuada para detener la deforestación" y consideró que centrase solo en los bosques "trasladará la carga del consumo excesivo de Europa a otros ecosistemas, incluidas las sabanas, los pastizales o los humedales".
Este aspecto también fue criticado por Greenpeace, que denunció que otros productos que tienen un gran impacto en la destrucción de los bosques y ecosistemas, como la carne de cerdo, las aves de corral, el caucho o el maíz, no se hayan incluido en la lista.