París.- El Gobierno francés destacó este lunes su objetivo de mantener los coches híbridos más allá de 2035, ya que los considera "una solución" para combatir el cambio climático mientras el sector se adapta a la movilidad eléctrica.
La Comisión Europea tiene previsto presentar el próximo miércoles una serie de propuestas ambientales para la UE, entre las que figura prohibir desde 2035 la venta de automóviles impulsados por motor térmico, según varias informaciones.
El presidente francés, Emmanuel Macron, y varios miembros de su Gobierno participaron hoy en el Elíseo en una reunión con el sector del automóvil (constructores, fabricantes de componentes y sindicatos) para discutir la adaptación a la electrificación
En esa reunión, Macron expresó su convencimiento de que "mantener los híbridos más allá de 2035 es lo más razonable para tener una transición aceptable para todo el sector", según indicó una fuente del Elíseo.
El mensaje de Macron fue "muy claro" en el sentido de que los híbridos recargables "son una buena solución de transición" a largo plazo en el camino hacia una automoción con cero emisiones de gases de efecto invernadero, añadió la fuente.
Agregó que, aunque el Gobierno francés quiere "avanzar muy rápido" con la transición ecológica, considera que esa transformación "tiene que ser realista y sostenible para el sector".
En los últimos meses, varias fábricas francesas de fundición de piezas para motores han cerrado ya debido al progresivo impulso a la producción de coches eléctricos y París busca una transición industrial gradual que no genere trastornos en el empleo.
En la reunión de hoy se determinó que harán falta inversiones públicas y privadas por 17 mil millones de euros (más de 20 mil 100 millones de dólares al cambio actual) en los próximos años en dos puntos claves de la transición del sector en Francia: 8 mil millones (9.5 millones de dólares) en postes de recarga eléctrica para 2030 y 9 mil (10.6 millones de dólares) para el desarrollo y producción de baterías y componentes electrónicos para 2025.
Francia es el tercer productor de automóviles de la Unión Europea, aunque sus marcas tienen factorías en otros países del bloque (sobre todo en España, Italia y Alemania).
Los fabricantes franceses de automóviles y componentes tienen ya varios proyectos para producir en Francia baterías de alta capacidad y electrónica de control para reducir la fuerte dependencia de países asiáticos de esos componentes vitales.