México.- Al participar en la presentación del libro “Crisis Ambiental en México / Ruta para el Cambio”, el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Víctor Toledo, dijo que la Semarnat se reconfigura y pone orden, "porque encontramos una política ambiental muy deteriorada".
“Hacemos ajustes con un equipo compacto, académico, de alto compromiso social y ambiental; trabajamos con las secretarías de medio ambiente en las entidades para crear mapas de las emergencias ambientales y llegar a la utopía de exigir que se declare emergencia ambiental en el país”, afirmó.
Opinó que el Gobierno federal el presupuesto 2020 para Petróleos Mexicanos (Pemex), Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la Secretaría de Energía (Sener) llega a una cantidad estratosférica, mientras el de Semarnat es de apenas 2.5 por ciento de ese total.
“La Secretaría de Energía aumentó de 2019 a 2020 su presupuesto en 74 por ciento y la Semarnat lo redujo en ocho por ciento: mil millones de pesos menos para el medio ambiente. Es imposible mover esto y trataremos de hacer lo que sea posible con esos recursos”, dijo ante los académicos y asistentes al evento.
Señaló que podrían aceptar el presupuesto si hubiera en paralelo una política de energías alternativas dentro del Gobierno, pero el pequeño grupo de Energías Alternativas que existía en la Sener fue eliminado hace dos meses por razones inexplicables.
Puntualizó que debe haber claridad y un proyecto consciente de lo que sucede hoy en el mundo, lo cual comenzó con la movilización iniciada por Greta Thunberg que habla de la conciencia ambiental y social que aumenta en todos los países, aunque en México haya tenido poca afluencia en las 150 manifestaciones que hubo.
Dijo que se debe entender que todo lo que sucede en el mundo hoy es una batalla permanente entre tres grandes sectores: el capital, el Estado y la sociedad. “En un esquema neoliberal, lo que ha sucedido es que hay un contubernio entre el capital y el Estado”, sostuvo.
Un gobierno de izquierda debe tener la capacidad de acotar los excesos del capital mediante la aplicación de las leyes, e ir cediendo paulatinamente el poder del Estado a la sociedad, empoderarla, “es la única posibilidad y es la esperanza del país”, concluyó el funcionario.
Por su parte Helena Cotler señaló que en el libro los investigadores explican el retiro gradual del Estado en el desarrollo agropecuario, desde finales de los años 80, tanto de la producción, del acopio, de la regulación de precios y de la estructura de créditos y de subsidios, lo cual ha llevado a una polarización entre pequeños y grandes agricultores, beneficiando a estos últimos.
Con la liberalización comercial, la producción alimentaria dejó de ser parte de la estrategia de desarrollo nacional. Por un lado, se planteó que la seguridad alimentaria se iba a conseguir mediante la importación de alimentos, y por otro, se convirtió a la agricultura en una actividad generadora de divisas.
Asimismo, se ha invisibilizado a los suelos, los cuales no aparecen en las políticas públicas de administraciones anteriores. Como consecuencia, en más de la mitad del territorio nacional los suelos están erosionados, por lo cual las funciones básicas que deben cumplir, como la infiltración y retención de agua, no son posibles.
Los investigadores proponen apoyar la pequeña agricultura, que representa el 70 por ciento de las unidades de producción del país, las cuales generan el 58 por ciento de los empleos del sector, “pero hacerlo con una visión territorial, fortaleciendo la organización productiva local, rescatando su enorme agrodiversidad y dinamizando economías locales”.
“El 80 por ciento de los predios con mayor extensión es de riego y ante la variabilidad climática, la agricultura de temporal, de la cual nos alimentamos, requiere de riegos suplementarios. Tienen que revisarse las concesiones, con un análisis certero y verdadero de lo que es la disponibilidad de agua en el país”, enfatizó.
Los académicos estamos dispuestos a entrar en la discusión y en la solución de los problemas, concluyó la investigadora.
La presentación del libro tuvo lugar en la Librería “Rosario Castellanos” del Fondo de Cultura Económica, en la cual participaron Adrián Fernández, de Iniciativa Climática México; Helena Cotler, del Centro Geo; Ken Oyama, de la Secretaría de Desarrollo Institucional de la UNAM; Leticia Merino, del SIUMA/UNAM; Omar Arellano, de la Facultad de Ciencias de la UNAM; Marisa Mazari y Ana Cecilia Espinosa, del Instituto de Ecología de la UNAM, entre otros.