Síguenos en @PortAmbiental
Brasilia.- El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, buscará soluciones "permanentes" para los incendios en la Amazonia, según acordó en una reunión con los gobernadores de los estados de esa región, en la que volvió a denunciar el "colonialismo" francés.
El encuentro, celebrado este martes en el Palacio presidencial de Planalto, sirvió para que los gobernadores de los nueves estados de la región amazónica presentaran propuestas para prevenir incendios forestales como los desatados hace casi tres semanas, que ya están casi bajo control, según afirmó el Gobierno.
Sin embargo, Bolsonaro también aprovechó para avivar su embate con el presidente francés, Emanuelle Macron, con quien mantiene un duro enfrentamiento verbal desde que la Amazonia comenzó a arder.
El gobernante brasileño cargó ahora con especial dureza contra la propuesta de Macron de someter a la región a una suerte de control o gerencia internacional, la cual consideró como una "clara amenaza" a la soberanía de Brasil y los otros países amazónicos.
"No hay una cuestión de izquierdas o derechas", dijo Bolsonaro en presencia de los gobernadores de Acre, Amapá, Amazonas, Pará, Rondonia, Roraima, Tocantins, Mato Grosso y Maranhão, de los cuales sólo dos pertenecen a la oposición del campo progresista.
Según el mandatario, que en ese punto tuvo respaldo unánime, "hay una cuestión de soberanía" frente a la visión "colonialista" que le atribuye al gobernante francés.
Antes de la reunión, Bolsonaro había llegado a declarar que sólo aceptaría la ayuda de 20 millones de dólares ofrecida por el G7 para fortalecer el combate a los incendios amazónicos una vez que Macron se retracte de los "insultos" que, en su opinión, le ha dirigido.
Con más o menos énfasis, todos los gobernadores rechazaron los planteamientos del líder galo y subrayaron que las regiones de la Amazonia brasileña tienen su cobertura vegetal preservada en tasas que oscilan entre el 95 por ciento en el estado Amazonas y el 50 por ciento en el de Tocantins.
Sin embargo, en su mayoría se pronunciaron por aceptar la ayuda del G7 y pidieron la manutención del Fondo Amazonia, un mecanismo financiado desde 2008 por Alemania y Noruega, que han congelado sus aportes debido a sus dudas en relación al compromiso de Bolsonaro con el medio ambiente.
Durante la reunión fueron mostradas fotos tomadas por satélites durante los últimos días en las que se ve una notable reducción del número de incendios y la acción de los aviones tanque de la Fuerza Aérea, que desde el pasado fin de semana operan en toda la región.
Algunas de esas fotografías fueron tomadas en el estado de Rondonia, fronterizo con una Bolivia en la que Amazonia también arde y en el que este martes se desarrollaba una fuerte acción contra las llamas.
Los gobernadores valoraron el apoyo militar pero plantearon que deben ser adoptadas medidas "permanentes" de prevención y combate a la deforestación ilegal, a fin de evitar que cada año se presente esta misma situación, que es recurrente en la región.
En ese marco, plantearon la necesidad de reforzar todos los mecanismos de fiscalización, que el Gobierno ha relajado alegando problemas presupuestarios, y también la urgencia de actualizar los catastros de la región amazónica, parte de cuyas tierras han sido ocupadas en forma ilegal por colonos y hacendados.
Bolsonaro escuchó las propuestas y dijo que el Gobierno mantendrá el diálogo con los gobernadores sobre su viabilidad, e insistió en que la Amazonia debe ser objeto de planes de desarrollo económico, para que el país pueda explotar las riquezas de la región.
El mandatario también reiteró que durante su mandato, que sólo concluirá en 2022, no pretende delimitar nuevas reservas indígenas o zonas de preservación ecológica.
"Vivimos como pobres pisando una tierra riquísima", declaró Bolsonaro, quien se mostró dispuesto a discutir nuevos planes para el desarrollo de la Amazonia en conjunto con los gobernadores de los estados amazónicos y presentarlos al Parlamento este mismo año.