San José.- Los países participantes en Costa Rica de la V Conferencia Latinoamericana de Agua y Saneamiento (LATINOSAN) escogieron este miércoles por unanimidad a Bolivia como sede de la próxima edición del evento en el año 2022.
Así lo anunció en el cierre de LATINOSAN 2019 la presidenta del estatal Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados, Yamileth Astorga, como anfitriona de la actividad.
Astorga explicó que a partir de hoy Bolivia ejerce la secretaría ejecutiva de LATINOSAN y entre sus deberes estará impulsar la consolidación del Observatorio Latinoamericano y del Caribe de Agua y Saneamiento (OLAS) lanzado oficialmente el martes.
La viceministra de Agua y Saneamiento de Bolivia, Julia Collao, aseguró que su país toma el reto "con gran responsabilidad, con alegría y humildad".
"Es un gran desafío para avanzar hacia el cumplimiento de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU) e impulsar el OLAS, que se pretende tenerlo operativizado para el 2022", declaró la funcionaria.
Collao recordó que Bolivia fue uno de los países propulsores de la declaración del agua y el saneamiento como un derecho humano, y aseguró que en ese ámbito América Latina y el Caribe "siguen unidas en su diversidad".
El ODS 6 en materia de agua, estipula lograr al año 2030 el acceso universal y equitativo al agua potable a un precio asequible para todos, el acceso a servicios de saneamiento e higiene adecuados y equitativos, y poner fin a la defecación al aire libre.
También establece el apoyo y fortalecimiento a la participación de las comunidades locales en la mejora de la gestión del agua y el saneamiento, entre otros asuntos.
Como una herramienta para buscar el cumplimiento de los ODS, en LATINOSAN 2019 se lanzó el pasado martes el Observatorio Latinoamericano y del Caribe de Agua y Saneamiento (OLAS), mediante el cual la región pretende contar con datos precisos en la materia y dar seguimiento a los avances de los países.
Los datos divulgados en la LATINOSAN indican que en Latinoamérica, con datos de 18 países, se determinó que el 7.73 por ciento de la población en zonas rurales consume agua de pozo no protegido o aguas de superficie.
En zonas rurales la cobertura de agua potable gestionada de forma segura es del 58.4 por ciento y en zonas urbanas del 76.3 por ciento, mientras que en niveles básicos (se refiere a tiempos de espera no superiores a 30 minutos para obtener agua) son del 27.7 por ciento y 19.5 por ciento, respectivamente.
El resto de la población de la región tiene un acceso limitado al líquido. En materia de saneamiento, los datos dan cuenta de que 14.3 millones defecan al aire libre y 17.5 millones emplean letrinas simples, números que equivalen a que el 4.9 por ciento de la población latinoamericana no tiene acceso a instalaciones mejoradas.