La Organización Meteorológica Mundial (OMM) acaba de publicar su Boletín anual sobre el polvo en suspensión en el aire, que en esta edición se centra en la incidencia y los peligros de las tormentas de polvo y arena ocurridas en 2020.
Las repercusiones de estos fenómenos en la salud, el medioambiente y las economías han vuelto a quedar patentes este año, ya que enormes penachos de arena han oscurecido los cielos y han mermado la calidad del aire en muchas partes de África, Asia, América y Europa, además de recorrer cientos de kilómetros sobre el Atlántico.
Cada año penetran en la atmósfera cerca de 2 mil millones de toneladas de polvo. En buena parte, se trata de un proceso natural, aunque, en gran medida, también es fruto de una gestión deficiente del agua y de la tierra.
Los pronósticos de estos fenómenos han mejorado mucho gracias al Sistema de Evaluación y Asesoramiento para Avisos de Tormentas de Polvo y Arena (SDS-WAS) de la OMM, que coordina la investigación internacional sobre la arena y el polvo. De todas las iniciativas que abordan este problema, esta es la que lleva más tiempo en marcha, y ha supuesto el establecimiento de centros regionales operativos.
"Las tormentas de polvo y arena son un peligro muy visible que entraña graves consecuencias. Solo en los últimos meses, hemos visto la nieve teñirse de marrón en las montañas europeas, la calidad del aire se ha degradado en gran parte de China hasta generar un ambiente asfixiante, y un enorme penacho se ha desplazado desde el Sáhara hasta Sudamérica. Y esos son solo algunos ejemplos", dijo Oksana Tarasova, jefa de la División de Investigación sobre el Medioambiente Atmosférico de la OMM.
"Afortunadamente, los avances en los sistemas de observación satelitales y terrestres y en la modelización informática han mejorado mucho nuestra capacidad para emitir alertas tempranas. La OMM se está preparando para hacer frente a nuevos retos científicos y operativos en los próximos cinco años (2021-2025) y respaldar así las diversas opciones disponibles en cuanto a prevención de desastres, mitigación y adaptación. Los fenómenos de fuerte impacto, como las tormentas de arena y polvo y los incendios forestales, se han incrementado en algunas partes del mundo y se prevé que sigan aumentando como consecuencia del cambio climático y la degradación del medioambiente", dijo la doctora Tarasova.
La OMM forma parte de una coalición de las Naciones Unidas para luchar contra las tormentas de polvo y arena, y ha publicado el Boletín sobre el polvo en suspensión en el aire antes de la celebración de las Jornadas Científicas de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios, que tendrán lugar el 8 de julio.
Episodios de 2020
En el Boletín sobre el polvo en suspensión en el aire se analiza la distribución de los aerosoles minerales a escala mundial en 2020 y se abordan episodios concretos.
En términos generales, la distribución espacial de la concentración mundial de polvo mineral en superficie registrada en 2020 fue similar a la observada en 2019. La concentración media anual de polvo en superficie más alta estimada en 2020 —entre 900 y 1 200 microgramos por metro cúbico (µg/m3)— se observó en algunas zonas del Chad, en la parte norte de África central. También se registraron concentraciones de polvo elevadas en algunas regiones de la península arábiga, Asia central, la meseta iraní y el noroeste de China, con concentraciones de masa de entre aproximadamente 300 y 600 μg/m3.