México.- El territorio mexicano está inmerso en un modelo de desarrollo “depredador”, por lo que urge un cambio de paradigma que lleve a la integración de la biodiversidad en los planes de los sectores productivos públicos y privados.
La titular de la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial del Gobierno de la Ciudad de México, Mariana Boy Tamborrell, afirmó que la mancha urbana se expande de una manera muy desordenada, ejerciendo una fuerte presión sobre nuestros recursos naturales.
Por ello, la integración de la biodiversidad y el desarrollo económico y social es uno de los grandes retos que hoy enfrenta el mundo, sostuvo la funcionaria durante el acto de inauguración del Tercer Encuentro Nacional Sobre Estrategias de Biodiversidad.
Lamentó que la falta de comunicación entre las agendas urbana y ambiental, de hecho “no se diseñan, ni se implementan de una manera coordinada. En consecuencia, estamos frente a una constante violación de los derechos humanos, al medio ambiente y el derecho a la salud”.
La misma historia nos ha demostrado que el flujo de recursos hacia las ciudades, lo que hoy se conoce como metabolismo urbano, está cada vez más lejos de ser sustentable.
Los seres humanos han percibido históricamente a los recursos naturales como una fuente inagotable de satisfactores, “pero la misma historia nos ha demostrado que el flujo de recursos hacia las ciudades, lo que hoy se conoce como metabolismo urbano, está cada vez más lejos de ser sustentable”, dijo.
En este ambiente, desde los gobiernos locales debe surgir el diseño y la implementación de políticas públicas, instrumentos que permitan tener ciudades resilientes y cambiar la relación con el patrimonio natural y los patrones de producción y consumo.
Recordó que la misma Estrategia Nacional de Biodiversidad establece que la descentralización debe ser parte sustancial en la política ambiental en México, por lo que es necesario fortalecer las capacidades técnicas y políticas, así como las atribuciones de los municipios y entidades federativas.
Por eso resaltó la importancia de seguir trabajando y redoblar esfuerzos en el fortalecimiento institucional. “Requerimos de instituciones locales fuertes y robustas” con secretarias y procuradurías ambientales en todas las entidades federativas, enfatizó.
Asimismo, es necesario consolidar un sistema de procuración de justicia que asegure la procuración y la conservación de la diversidad biológica, lo cual requiere reformas a los marcos jurídicos locales en donde se reconozca la importancia de ello.