México.- A propósito del arribo de este fenómeno al noreste del territorio mexicano, donde este viernes registra su mayor concentración sobre el estado de Nuevo León, Gallegos Benítez conversó con Notimex sobre el Polvo del Sahara, que comienza su larga travesía desde el desierto más grande de África.
El meteorólogo indicó que se trata de una capa de aire seco y polvo que se forma sobre el desierto y se mueve hacia el Atlántico, viajando en la parte media de la atmósfera, a una altura de entre unos dos mil a cinco mil metros, donde hay humedad, la cual favorece la formación de ciclones tropicales.
“Si tenemos una capa de polvo seco en una buena parte del espesor de la atmósfera, eso calienta la atmósfera al tener partículas de polvo y genera una serie de inversiones térmicas que en realidad favorecen que las tormentas no se realicen, así como va en contra de que la lluvia pueda ocurrir”, explicó.
El Polvo del Sahara puede tener así un efecto negativo sobre la formación de los ciclones, ya que el aire seco suprimiría las corrientes de aire ascendente y los vientos horizontales que transportan el polvo cambian significativamente la velocidad y la dirección del aire en la tormenta.
Por ahora, aún se desconoce con precisión cuál es el efecto del Polvo del Sahara en la intensidad de los ciclones, aunque algunos estudios sugieren que podría tener un impacto en la formación de nubes.
Gallegos Benítez comentó que aunque el fenómeno no ha sido bautizado con un nombre oficial, se le conoce así porque efectivamente se trata de polvo del desierto que atraviesa el Atlántico por varios días hasta el Caribe para luego alcanzar el Golfo de México.
Precisó que se forma sobre el desierto por un sistema de alta presión en una región muy grande, que genera algunas altas presiones secundarias, mientras otro sistema de alta presión que se deriva del Anticiclón de las Azores provoca que el polvo se mueva hacia el oeste y su desplazamiento llegue a miles de kilómetros.
Algunos pronósticos indican que este viernes y en el transcurso de la siguiente semana, las partículas de este fenómeno se concentrarán en mayor medida en el noreste de México y sureste de Estados Unidos.
El meteorólogo de Conagua refirió que el año pasado también se presentó el Polvo del Sahara, pero llegó a la península de Yucatán y, en menor grado, alcanzó los estados de Tamaulipas y Nuevo León dos meses antes que en este 2019.
Aclaró sin embargo que el movimiento del polvo no es algo sistemático que ocurra año con año, pero que sí es frecuente, “hay años en que no sucede porque no se forma este sistema anticiclónico secundario, aun cuando está ahí el anticiclón de las Azores”.
Dijo que en realidad no es fácil que las personas vean el fenómeno, aunque si se está en altamar a bordo de un barco quizá si perciba el cielo un poco turbio porque se trata de partículas de polvos suspendidos, o podría observarse cuando hay gran contaminación en las ciudades, pero sí es visible en imágenes de satélites meteorológicos.