Colombia.- Esta iniciativa se lleva a cabo desde el 1 de abril de 2017 y abarca una superficie de mil 854 hectáreas del páramo, que forma parte de la zona rural del municipio de Tuluá, en el departamento del Valle del Cauca, con el fin de recuperar las fuentes hídricas de ese ecosistema.
"La labor empezó a raíz de que los páramos se encontraban ya escasos de esa fuente hídrica importante como son los frailejones, que son los que nos dan el agua no solamente a los pobladores de la región sino a la humanidad entera", explicó el teniente coronel Néstor Gildardo Prieto, comandante del batallón.
Esta unidad militar dedica desde hace dos años gran parte de sus operaciones a la preservación, conservación, control y cuidado del medioambiente de esa región colombiana.
Sin embargo, no siempre fue así ya que en el Páramo de Barragán operó el frente 21 de la ya desarmada guerrilla de las FARC.
Ahora, tras la firma del acuerdo de paz con el Gobierno colombiano en noviembre de 2016 solo hay presencia de grupos de "delincuencia común" en la zona, detalló el vocero.
El frailejón es una planta autóctona de los páramos de Ecuador, Colombia y Venezuela, que crece un centímetro cada año y que absorbe el agua a través de las hojas que tiene en su parte superior y que libera en épocas de sequía.
Por su importancia en el páramo, esta planta es todo un emblema en los tres países andinos, hasta el punto de que aparece en las monedas de 100 pesos colombianos acuñadas a partir 2012.
Hasta la fecha, los militares han sembrado 150 frailejones en ese páramo, en el que hay un centro de investigación de la planta y el puesto de mando del batallón.
"Cuando estuve en la zona, en los inicios de mi carrera como militar, no entendí la importancia del frailejón porque me faltaba educación en medioambiente", dijo por su parte el sargento Sergio Andrés Luna Muñoz, que lidera el centro de investigación en el que se siembra la planta.
A su llegada a la zona, los militares no solo realizaron "operaciones ofensivas, de registro y control de área, sino también de garantía de la seguridad de la población", comentó Luna.
A lo anterior actualmente se suma la labor a favor del medioambiente con la que el Ejército busca cumplir lo que dice la Constitución colombiana acerca de que "el Estado es el garante" de la naturaleza.
Por ello, la percepción de Luna sobre la planta cambió tras participar en la iniciativa y hoy entiende que "el frailejón es vida" por su importancia para absorber y liberar el agua.
El próximo 30 de julio se realizará una "siembratón" en el páramo en la que el batallón junto al Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) inaugurará un monumento a la planta en un parque de la zona y con la que quieren dejar de manifiesto que "cuando se tala un frailejón se le quita a la región, a la tierra y a la humanidad el agua".