México.-La contaminación del aire es uno de los principales problemas ambientales y de salud pública en México y en el mundo. De acuerdo con estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2016, la contaminación atmosférica en las ciudades y zonas rurales de todo el mundo provoca cada año 4.2 millones de defunciones prematuras derivadas de enfermedades cardiovasculares y respiratorias, y cáncer.
Los Sistemas de Monitoreo de Calidad del Aire (SMCA) se han convertido en una herramienta que permite conocer la calidad del aire con respecto a contaminantes específicos y formular, con base en los datos obtenidos, las estrategias de control y las medidas oportunas y adecuadas para una efectiva gestión ambiental.
En este contexto, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) pone a disposición de todos los interesados en el tema, un diagnóstico de la calidad del aire en México en el Informe Nacional de Calidad del Aire 2017.
Este informe presenta el análisis de la información disponible para el año 2017, sobre partículas suspendidas (PM10 y PM2.5), ozono (O3), monóxido de carbono (CO), dióxido de nitrógeno (NO2) y dióxido de azufre (SO2) en 20 Sistemas de Monitoreo de la Calidad del Aire (SMCA), distribuidos en 18 entidades federativas de nuestro país. Estas entidades son: Baja California, Chihuahua, Ciudad de México (y su zona conurbada), Coahuila, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz y Yucatán.
Para cada zona metropolitana y ciudad cubierta por cada SMCA se evalúa el estado de la calidad del aire, a nivel de estación de monitoreo, con respecto a las normas oficiales mexicanas (NOM) en la materia y a la distribución de días con calidad del aire buena, regular y mala. Así mismo, se muestran las tendencias históricas de las concentraciones diarias, el porcentaje de días por año en que se rebasa el límite normado de cada contaminante, el número de horas por año en que se rebasa el límite normado de ozono y el número de días por año en que se rebasa el límite normado de cualquier contaminante.
Entre los hallazgos más relevantes del diagnóstico realizado destaca que:
Este fenómeno no es exclusivo de grandes ciudades o zonas metropolitanas.
En la mayoría de las ciudades incluidas en este informe predomina el incumplimiento de las Normas Oficiales Mexicanas de calidad del aire para ozono y partículas (PM10 y PM2.5).
El 41 por ciento de las ciudades con capacidad para medir partículas suspendidas PM10, el 37 por ciento de las que tienen capacidad de medición de partículas suspendidas PM2.5 y el 70 por ciento de las que pueden medir ozono, no cumplieron con la Norma de Calidad del Aire respectiva.
Las concentraciones más altas de PM10 se registraron en Torreón, las de PM2.5 en Valle de Toluca y las de Ozono en Guadalajara.
El mayor porcentaje de días al año con concentraciones superiores a los límites normados de PM10 se registró en Guadalajara (61 por ciento), para PM2.5 en Valle de Toluca (49 por ciento) y para ozono en Valle de México (64 por ciento).
La norma de salud ambiental para el dióxido de azufre sólo se incumplió en Tula de Allende y la de monóxido de carbono en Santiago de Querétaro.
La única norma de calidad del aire que se cumple en todas las ciudades donde fue posible evaluar tal cumplimiento es la de dióxido de nitrógeno.
Persisten los problemas operativos en la mayoría de los sistemas de monitoreo que operan en el país, lo cual se refleja en el alto porcentaje de estaciones donde no se puede evaluar cumplimiento de norma por insuficiencia de datos. Por ejemplo, en 2017 no fue posible evaluar cumplimiento de norma en el 38 por ciento de las estaciones con capacidad para medir PM10, en el 53 por ciento de las que cuentan con capacidad para medir PM2.5 y en el 23 por ciento de las que miden ozono.