México.- En el foro virtual la “Aplicación y regulación de los biocidas en México”, la diputada María Eugenia Hernández Pérez, secretaria de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación, señaló que es necesario revisar el marco normativo en esta materia, ya que dichas sustancias no deben tratarse como plaguicidas, pues su aplicación va más allá.
La diputada María Solís Barrera alertó que a causa de la pandemia hay un uso desmedido de este tipo de sustancias, lo que puede implicar riesgos para la salud de las personas y el medio ambiente.
Dijo que el uso de este tipo de materiales empleados para inhibir, controlar, destruir o prevenir el crecimiento de microorganismos, requiere de una legislación eficaz. “Este foro permitirá acercarnos con especialistas para trabajar de manera conjunta en favor de nuestra salud y del medio ambiente”.
El diputado Limbert Iván de Jesús Interian Gallegos señaló que a pesar de que el uso de plaguicidas beneficia, a su vez afecta a la flora, por lo que se debe conocer cómo emplear elementos menos dañinos.
Javier Castro Rosas, investigador de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, dijo que un biocida se crea con la finalidad de inhibir o provocar la muerte tanto de plantas, bacterias o animales que son indeseables. Consideramos que es un ataque hacia la naturaleza, pero también es una manera de prevenir enfermedades, ya que dentro de estos biocidas podemos encontrar a los antibióticos; “sin embargo, el abuso de diferentes compuestos como los antibióticos puede acarrear más problemas”.
Un biocida puede ser una sustancia o mezcla
Oswaldo Javier Celedon Briones, gerente de Seguridad e Higiene de la Asociación Nacional de la Industria Química AC, indicó que un biocida es una sustancia o mezcla, en la forma en que se suministra al usuario, que está compuesto por o genere una o más sustancias activas con la finalidad de destruir, contrarrestar o neutralizar cualquier organismo nocivo, impedir su acción o ejercer sobre él un efecto de control de otro tipo por cualquier medio que no sea una mera acción física o mecánica.
Jorge Eugenio Ibarra Rendón, investigador titular del Cinvestav Irapuato, comentó que los biocidas tienen un efecto deletéreo en muchos casos de uso común. Hay diversos tipos de biocidas: químicos, físicos y biológicos, que se usan para hacer frente a diversas plagas de importancia agrícola o médica, como son los mosquitos transmisores de enfermedades. “Hay necesidad de ir abriendo alternativas benéficas a otros biocidas”, consideró.
Jesús Ignacio Segura García, asesor especializado en gestión regulatoria de Thor Químicos de México, explicó que la mayoría de los biocidas empleados por la población pasan por un largo análisis para hacerlos seguros. Sin embargo, los que se han usado en la pandemia, no todos están bien regulados. “Lo que se busca es utilizar productos seguros y promover la libre competencia; se necesita un marco regulatorio para esta industria”.
Josefina Barrera Cortés, doctora en Economía de Procesos e investigadora del Sistema Nacional de Investigadores, cuestionó el uso limitado de biocidas cuando son tan efectivos en el combate de insectos y enfermedades en plantas. Señaló que se realizan proyectos de producción de microorganismos para reducir costos de operación y producción, así como proyectos enfocados a medios de cultivo, al establecimiento de condiciones de operación para preparar microorganismos y diseñar sistemas de supervisión y control de procesos.
Necesaria, reforma para diferenciar plaguicidas de biocidas
Oswaldo Javier Celedón Briones, gerente de Seguridad e Higiene de la Asociación de Nacional de la Industria Química, señaló que la legislación registra el uso de biocidas pero es muy limitado, por lo que propuso ampliar sus aplicaciones.
Planteó modificar el artículo 194 de la Ley General de Salud para establecer el control a plaguicidas y diferenciarlos de los biocidas. Así, dijo, se generarían regulaciones secundarias específicas y se agilizaría el proceso de registro ante las autoridades sanitarias; propiciaría el acceso a tecnologías novedosas que limitarían la exposición de la población a microorganismos nocivos y eso impactaría positivamente en la salud de la población.
Al dar respuesta a una pregunta del diputado Interian Gallegos, el especialista Jorge Eugenio Ibarra comentó que el uso de insecticidas y herbicidas ha traído problemas serios al ambiente, pues ha eliminado mucha flora, incluso de la misma fauna, ya que pueden aniquilar tanto a la plaga como a sus enemigos naturales: parásitos y eliminadores que atacan a las plagas de forma natural. De ahí que las alternativas biológicas siempre son las más recomendables y es importante que quienes toman las decisiones del país den promoción a estos agentes de control.