La Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural de Chiapas (Semahn), da seguimiento puntual a la incidencia de plagas y enfermedades forestales en los bosques de Chiapas mediante diagnósticos fitosanitarios y asesorías respecto a las actividades de saneamiento que deben realizarse en áreas afectadas.
Los insectos descortezadores constituyen una de las plagas forestales más agresivas y generan un impacto económico y ambiental muy grande. Después de los incendios forestales, son el segundo agente de mayor impacto en bosques de clima templado en México, por la magnitud de superficie afectada y cantidad de arbolado dañado, ya que afectan a diferentes estructuras de los árboles, llegando a causar su muerte.
En Chiapas, los insectos del género Dendroctonus se consideran de los más comunes con presencia en bosques de pino, aunque podemos encontrar otros como Ips y Pityophthorus, que a pesar del tamaño diminuto puede devastar grandes superficies de bosque, dada su estructura morfológica y prolificidad. El daño lo ocasionan al alimentarse del cambium de los árboles e impedir el transporte de nutrientes del suelo hacia el árbol.
Ante estas afectaciones y el peligro que representan para los bosques, la Semahn mantiene un trabajo constante a través de la Dirección de Protección Forestal, que se encarga de hacer diagnósticos fitosanitarios a fin de determinar el agente causal de una plaga o enfermedad forestal con la finalidad de recomendar el tratamiento adecuado en su saneamiento, además de dar la asesoría necesaria a los propietarios de los predios afectados.
El saneamiento de predios con presencia de estos insectos se da por medio de diferentes métodos de tratamiento; de acuerdo con la NOM–019 SEMARNAT 2017, éstos son: derribo, troceo y descortezado mecánico, descortezado manual y quema de corteza o enterrado de corteza, quema de trozas, puntas o ramas, astillado, aplicación de químico, descortezado y aplicación de químico.
En Chiapas el más común es el derribo, descortezado y la aplicación de productos químicos (insecticidas) de contacto, por lo que el correcto descortezado de fustes y ramas es imprescindible para lograr la efectividad del método.
Para seguridad del personal que los emplea y como parte del Equipo de Protección Personal (Epp), dada la toxicidad de la mayoría de los productos a aplicar, se recomienda usar ropa adecuada u overol (preferentemente mezclilla/algodón), botas impermeables, googles y mascarilla o cubrebocas.