El principal comité de asesoramiento técnico de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el COAG 28, ha reconocido la necesidad de mejorar la colaboración intersectorial y la gobernanza para abordar el uso del plástico en los sistemas agroalimentarios.
El Comité recomendó que la FAO aborde las lagunas de conocimiento existentes en estrecha consulta con los miembros y las partes interesadas para desarrollar, dentro de su mandato, un Código de Conducta Voluntario sobre el uso sostenible de los plásticos en la agricultura, que se presentará para su consideración en el 29º período de sesiones del COAG en 2024.
Los plásticos en la agricultura fueron un tema clave debatido por los países en el COAG y las sesiones fueron vitales para fortalecer el compromiso de los países en la lucha contra la contaminación causada por los plásticos en la agricultura.
En diciembre de 2021, la FAO publicó su primer informe mundial "Evaluación de los plásticos agrícolas y su sostenibilidad: un llamamiento a la acción". El informe reveló datos y cifras alarmantes y ayudó a concienciar sobre la contaminación por plásticos en la agricultura, un tema que hasta entonces no había recibido mucha atención por parte de las noticias y las políticas principales.
El informe estimó que, a nivel mundial, se utilizan 12.5 millones de toneladas de plástico en la producción agrícola y 37.3 millones de toneladas en el envasado de alimentos, todo lo cual termina desechado como residuo, amenazando la seguridad alimentaria, la inocuidad de los alimentos y los recursos naturales de los que dependen nuestros sistemas agroalimentarios.
En los últimos 70 años, el uso de plásticos en los sistemas agroalimentarios se ha generalizado. Se calcula que la tierra que utilizamos para cultivar nuestros alimentos está contaminada con cantidades de plástico mucho mayores de lo que se pensaba, lo que supone una amenaza para la seguridad alimentaria, la salud de las personas y el medio ambiente.
Se ha informado ampliamente sobre los residuos de los océanos, pero gran parte del plástico presente en ellos procede de fuentes terrestres, incluida la agricultura. A menudo, los agricultores carecen de la capacidad de selección, aplicación, gestión y recuperación necesaria para eliminar adecuadamente el plástico de los campos. Además, suelen tener un acceso limitado a la gestión medioambiental del fin de la vida útil.
Otros actores de las cadenas de valor agroalimentarias, los distribuidores y los transformadores, tienen poca orientación por parte de los gobiernos para facilitar la gestión sostenible de los plásticos.
Los resultados del COAG 28 pondrán en marcha un mayor esfuerzo por parte de todas las partes interesadas para equilibrar los beneficios y las compensaciones de los plásticos utilizados en la agricultura, contribuyendo a las tres dimensiones de la sostenibilidad: abordar las causas fundamentales de la pobreza y el hambre, construir una sociedad más justa y no dejar a nadie atrás.
Las decisiones del COAG no sólo reflejan la voz común de la comunidad agrícola mundial sobre la necesidad urgente de abordar los impactos negativos del uso de plásticos en la agricultura, sino que también están definiendo las prioridades de la FAO para apoyar a los miembros en el inicio de las negociaciones sobre el tratado mundial para poner fin a la contaminación por plásticos.