México.- La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) cuenta con una de las primeras brigadas integradas por mujeres que, además de ser promotoras ambientales, son un equipo imprescindible para la protección y conservación ambiental gracias a su experiencia y conocimientos.
Las promotoras ambientales del Área de Protección de Flora y Fauna Cañón de Santa Elena, Chihuahua, son un grupo de mujeres provenientes de las comunidades de Paso de San Antonio, San Carlos y Nuevo Lajitas, quienes gracias al apoyo del Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza (FMCN) y a la asesoría de Legados de la Madre Tierra A.C., han conocido sobre los efectos que tienen los incendios forestales en el cambio climático, así como la relación que existe entre la condición de los combustibles y el tipo de incendio que se genera.
Gracias a su labor, se ha ayudado a reducir la ocurrencia de incendios forestales, su nivel de afectación y la emisión de gases a la atmósfera. Sus conocimientos han sido puestos en práctica a través del manejo de los materiales combustibles en los puntos de mayor acumulación ubicados en la sub-zona de preservación de Sierra Rica y en el único bosque de pino - encino en el noreste del estado de Chihuahua.
La Conanp señala que este equipo es un grupo tenaz, dedicado y comprometido en búsqueda de nuevos retos con el fin de lograr el bienestar y conservación del patrimonio cultural que resguarda el Cañón de Santa Elena.
Para las promotoras ambientales este proyecto era todo un desafío, pues en sus comunidades había personas que no creían que fueran capaces de llegar a lugares como Sierra Rica, ubicado a 2 mil 400 metros sobre el nivel del mar, lo que representa una caminata de ascenso de tres horas. Sin embargo, ellas demostraron que, además de llegar al lugar, acamparon en él durante toda una semana.
Esta experiencia fortaleció sus capacidades, su autoestima y las motivó a seguir participando en la conservación del singular bosque ubicado en el medio del desierto chihuahuense. Además comprobaron que es posible cumplir sueños, por lo que invitaron a otras mujeres a participar, a unirse a su grupo de brigadistas y demostrar que son capaces de realizar trabajos que ayudan a su comunidad y a su medio ambiente. En palabras de Flor María Huerta Luján (brigadista) “No es nuestro rancho, pero sí es nuestro planeta”.
Las promotoras ambientales agradecieron a la Conanp y a la Dirección Regional Noreste y Sierra Madre Oriental, por darles la oportunidad de formar parte de la Brigada del Área Natural Protegida Cañón de Santa Elena y por las experiencias tan satisfactorias que al día de hoy han tenido.