Bruselas.- El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, en sus siglas en inglés) pidió una moratoria global en las actividades mineras que se realizan en los fondos marinos, tras publicar una nueva investigación en la que describe los posibles impactos de este tipo de actividad en los ecosistemas y la biodiversidad de los mares.
El informe apunta que las extracciones no deben continuar hasta que se analicen los riesgos ambientales, sociales y económicos, se hayan explorado todas las alternativas a los minerales de las profundidades marinas y se demuestre que la explotación minera puede gestionarse de una forma que garantice la protección del medio ambiente marino.
La organización aseguró que aún son evitables los desastres medioambientales derivados de la minería en los fondos marinos, ya que si se permite que esta industria siga adelante con la extracción de metales y minerales, como el cobalto, el litio y el níquel, se generaría una repercusión negativa en la pesca, los medios de subsistencia y la seguridad alimentaria, así como una alteración en los ciclos del carbono y los nutrientes del océano.
La industria quiere que pensemos que la explotación minera de las profundidades marinas es necesaria para satisfacer la demanda de minerales
Dada la lentitud de los procesos en las profundidades marinas, es poco probable que los hábitats destruidos se recuperen en una escala de tiempo en la que pueda ser comprobado por un humano, advierte el informe.
"La industria quiere que pensemos que la explotación minera de las profundidades marinas es necesaria para satisfacer la demanda de minerales que van a parar a las baterías de los vehículos eléctricos y a los aparatos electrónicos de nuestros bolsillos. Pero no es así", recalcó Jessica Battle, líder de la iniciativa No a la Minería de los Fondos Marinos de WWF.
Además, Battle subrayó que la industria debe centrarse en la innovación y en la búsqueda de productos y procesos que consuman menos recursos, con la creación de una economía circular que reduzca la necesidad de extraer bienes finitos de la Tierra.
WWF recordó que en 2018 el Parlamento Europeo aprobó una resolución sobre la minería de los fondos marinos que ordena poner fin tanto a las subvenciones para la prospección de minerales en los fondos marinos internacionales como a los permisos para la minería en zonas de jurisdicción nacional.
El informe destaca que los ecosistemas marinos están conectados y que muchas especies son migratorias, por lo que la explotación de los fondos marinos no puede producirse de forma aislada, sino que las perturbaciones pueden cruzar fácilmente las fronteras jurisdiccionales.
Este viernes el Grupo de Trabajo de la Unión Europea (UE) sobre el Derecho del Mar (EU-COMAR) debatirá la última propuesta de la Comisión Europea que sugiere encontrar una posición conjunta de los Estados miembros sobre cuestiones de minería en los mares en la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos.
La jefa de Política Oceánica de la Oficina de Política Europea de WWF, Antonia Leroy, declaró que “si la UE se toma en serio la consecución de la Estrategia de Biodiversidad 2030, debe comprometerse a no realizar minería en los fondos marinos antes de que conozcamos y comprendamos todos los riesgos e impactos”.
Los efectos negativos sobre la pesca mundial pondrían en peligro la principal fuente de proteínas de unos mil millones de personas y el sustento de unos 200 millones de personas, muchas de ellas en comunidades costeras pobres, detalla el informe.
Asimismo, WWF estima que el valor potencial de la explotación minera de los fondos marinos se encuentra entre los 2 mil y 20 mil millones de dólares, que representa una fracción de la economía sostenible de los océanos, la cual genera anualmente entre 1.5 y 2.4 billones de dólares, que beneficia a muchos Estados y comunidades costeras.
La Directora de Conservación y Políticas de ANP|WWF en Portugal, Catarina Grilo, apuntó que antes de minar y destrozar los fondos marinos, se debe considerar el reciclaje de los materiales existentes, y ser más inteligentes en la producción y consumo.
WWF promueve un cambio transformador hacia una Economía Azul Sostenible que proporcione beneficios sociales y económicos para las generaciones actuales y futuras, con la cual se restaure, proteja y mantenga la diversidad, productividad y resiliencia de los ecosistemas marinos, de acuerdo con tecnologías limpias, energías renovables y flujos de materiales circulares.