México.- El presidente de la Fundación Pistoletto y fundador de la Ciudad del Arte, en Italia, Michelangelo Pistoletto, mencionó durante una conferencia ofrecida en el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México, que la responsabilidad social es el corazón de la Agenda 2030, firmada por 193 países y que se conforma por 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El creador del concepto del Tercer Paraíso consideró necesario introducir un cambio sustancial en la sociedad, a través del arte “y para eso estamos ya en pláticas con la ONU para redefinir los conceptos de la moda, que es la segunda industria contaminante del medio ambiente. Hoy ya no debemos hablar de diseño, sino de proyectos en los cuales el arte esté en el centro de la transformación, creando un círculo virtuoso entre diseño, ambiente y ecología”.
Explicó que el arte modifica lo social, el medio ambiente, y crea una economía con contenidos que llegan a absorber toda la naturaleza, por lo cual ahora el diseño se encuentra en tela de juicio porque ha generado todo tipo de molestias, por ser un mundo que consume sin razón, sólo por el objetivo de generar más ganancias.
Sin embargo, la sociedad no se da cuenta de los desastres del consumismo, y mucho menos que “entre más aumente el consumo, más destruiremos al mundo. Hay que desterrar el diseño del consumo, y sobre todo del uso de combustibles fósiles”.
Fortunato D´Amico, curador que participó en la conferencia, recordó que el descubrimiento del neopreno, en los años 60, permitió a Italia conquistar el mercado mundial con productos elaborados con plástico, pero hoy se han convertido en el gran problema, porque ya no sabemos dónde poner la basura.
“Hoy tenemos un mundo lleno de harapientos, una sociedad que ha consumido los recursos del planeta y que se está acabando los que tocarían a las generaciones siguientes", agregó.
“Hoy tenemos tres grandes islas, del tamaño de España, de Italia, y pronto habrá más plásticos que peces en el mar, y el cambio climático se ha convertido en el gran problema, al provocar desastres increíbles, como huracanes, aumento del nivel del mar, deshielo de glaciares, blanqueamiento de corales, sequías, que contribuyen a la reducción de la producción global de alimentos, además de que cada vez hay más personas en las ciudades”, continuó.
Debe corregirse ese comportamiento inadecuado de la sociedad y dejar que el arte nos oriente a estructuras sostenibles; a regresar los bosques a las ciudades, a crear huertos comunitarios y regresar al modelo de arquitectura sostenible y global, con la participación de todos, construyendo una economía circular, donde los productos no terminen como basura. “Nos hemos comido al mundo; hemos mordido la manzana del paraíso terrenal y celestial”.
Pistoletto mencionó que pasamos de ser un mundo que vivía de la naturaleza a ser un planeta donde creamos una naturaleza artificial, “y lo hicimos a través de la ciencia y la tecnología, usando energías fósiles que crearon no sólo bienestar, sino una degradación de la que todos somos responsables”.
“Estamos ante una ciencia deshumanizada, hecha de números, de bits, de robots, por lo que en alguna ocasión pregunté al astronauta italiano Paulo Nespoli si era posible descubrir otros mundos, otros seres humanos, a lo cual respondió que era imposible. Entonces, desde el espacio tenemos que redescubrir a los seres humanos; si no, tendremos una guerra de las galaxias”, apuntó el arquitecto.
La solución estará en la posibilidad de que encontremos el equilibrio, que logremos la relación entre las diferencias, y en ese proceso deberemos participar todos. “Ahí es donde el ODS 17, de crear alianzas, se vuelve el más importante de todos. Es nuestra oportunidad de crear el Tercer Paraíso”, concluyó.