México.- El colectivo ambiental “Nosotros por la selva” solicitan un espacio con el presidente Andrés Manuel López Obrador para que expertos en el tema y miembros de comunidades indígenas afectadas expresen sus necesidades, conocimientos y opiniones, las cuales piden sean tomadas en cuenta para replantear el proyecto el Tren Maya.
En su pliego petitorio, el colectivo establece que “la Selva Maya es uno de los sistemas ecológicos más importantes a nivel mundial, considerado hot spot”, es decir, una zona que concentra gran cantidad de especies endémicas.
El Tren Maya al ser una barrera ecológica, obstaculizaría la movilidad y reproducción de las especies que habitan en la selva, alterando su depredación y generaría desajustes en los niveles tróficos que, en el futuro, provocará el colapso de los ecosistemas y creará comunidades aisladas y, por la falta de diversidad genética, orillará a las especies a la desaparición”.
También mencionan que la construcción del Tren Maya, lejos de ser un apoyo y oportunidad para las comunidades indígenas, las afecta al reducir el territorio, forzar el desplazamiento y desarrollar en exceso el turismo, con lo que se despojará a las comunidades indígenas de las tierras que han trabajado durante años e impedirá continúen realizando actividades fundamentales de su identidad.
Asimismo, aseguran que el Tren Maya pondrá en riesgo zonas arqueológicas que forman parte importante del patrimonio cultural de la Nación.
“El Tren Maya sólo contempla el aspecto económico y deja de lado los aspectos social y medioambiental, por lo que no puede garantizar el bienestar de la población, y sólo beneficiaría a las clases altas e inversionistas extranjeros", cita el pliego.
El colectivo solicita, asimismo, destinar el presupuesto necesario a la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) para incluir a las especies que podría afectar el proyecto, dentro del Programa de Recuperación de Especies en Riesgo y sean consideradas en la lista de especies prioritarias.
Realizar un nuevo plan territorial para modificar las regiones que atravesará el tren y que se establezcan corredores para facilitar la movilidad de las especies. En tramos de selva dentro de las reservas ecológicas, en caso de que sea imposible evitarlas, proponen que el tren sea elevado sobre pilares que rebasen la altura del dosel arbóreo.
Consultar a los pueblos indígenas y grupos vulnerables de la región mediante censos verdaderamente representativos, sobre sus necesidades y su postura frente a la construcción del Tren Maya, y tomar en consideración sus propuestas.
Que el proyecto garantice que, en caso de ser construido, no haya expansión hotelera desmedida ni cambio en el uso del suelo con monocultivos y especies invasoras en la Selva Maya que fragmente y degrade el ecosistema, además de despojar a los pueblos originarios de sus tierras y de las actividades a las que se dedican y que son parte fundamental de su identidad.
Abrir un espacio para escuchar a los expertos, biólogos e ingenieros ambientales acerca de los efectos, implicaciones y consecuencias de la construcción del Tren Maya, para poder generar una propuesta que garantice el desarrollo sustentable del sureste de México.
Finalmente, exigen justicia por los activistas y ecologistas asesinados, hostigados, amenazados, allanados y violentados por defender a la naturaleza, entre ellos Estelina López, Gabriel Ramos Olivera, Guadalupe Campanur, Nora López, José Luis Álvarez, Samir Flores, Julián Carrillo, Isidro Baldenegro y Pedro Uc, así como seguridad para quienes defienden los recursos, los animales, la naturaleza y quienes respetan a la Madre Tierra.