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Hermosillo.- La protesta para exigir que Grupo México compense los daños que aún persisten en por el derrame en Río Sonora inició en el mercado municipal de Hermosillo, donde los participantes efectuaron un mitin para comunicar a los afectados sobre las consecuencias de vivir con metales bioacomulables en el organismo como plomo, arsénico, cobre, manganeso, cadmio, hierro, bario y aluminio.
Posteriormente el contingente caminó hacia el centro histórico de la ciudad, asintiendo consignas en el trayecto.
Los manifestantes solicitaron que las autoridades ambientales exijan a la empresa a cumplir la normatividad oficial de seguridad en su explotación minera.
Asimismo, que la Suprema Corte solucione los juicios de amparo efectuados por agraviados y productores agrícolas que buscan reabrir el Fideicomiso Río Sonora para invertir 800 millones de pesos en la remediación ambiental, un hospital para los enfermos y plantas potabilizadoras de agua para eliminar los contaminantes y el líquido sea apto para consumo humano.
De no hacerlo, demandaron que se le retire la concesión minera a la empresa.
"Queremos que a la empresa le hagan cumplir con las promesas inconclusas, que son la calidad del agua, la calidad de la salud y el medio ambiente sano y limpio, porque con un ambiente sano tendremos vida, de otro modo no tenemos vida", expuso Óscar Encinas Gámez, presidente del Comité de Cuenca del Municipio de Ures.
Indicó que los manifestantes no están luchando por dinero, sino parq que "se resuelvan los daños en la agricultura y la ganadería que están severamente afectadas".
Se espera que en los siguietes días la Suprema Corte de México solucione el juicio de amparo que cuestiona el cierre del Fideicomiso Río Sonora y la consumación del Programa de Remediación Ambiental, cuando se había avanzado en los primeros 30 kilómetros desde el sitio donde se comenzó el vertido, dejando 240 kilómetros sin ningún trabajo de remediación ecológica.
La gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, expuso que el Gobierno federal debe exigir a la empresa a realizar las medidas necesarias para que nunca vuelva a existir un derramamiento tóxico en las instalaciones de Grupo México.
"La gente quiere saber qué sucedió con los recursos del Fideicomiso que aportó Grupo México, en qué se utilizaron los recursos, qué fue lo que se gastó. Nosotros jamás tuvimos acceso a eso que es tan importante porque cuentas claras, amistades largas", dijo Pavlovich a medios locales.
Enfatizó la importancia de saber fielmente en qué se usaron los fondos, "pero sobre todo que esto jamás vuelva a suceder".
Este 6 de agosto se cumplieron cinco años del mayor desastre ecológico en la historia de la minería mexicana y el próximo viernes cumplirá un mes el derrame tóxico en el Mar de Cortés, ambos accidentes provocados por Grupo México.
Este martes, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) anunció que el Gobierno federal busca desarrollar la región de los ríos Sonora y Bacanuchi para mitigar las afectaciones que todavía sufre la zona por el vertido tóxico de hace cinco años.
En un comunicado, la dependencia declaró que abrió una conversación con distintos actores "para determinar medidas contundentes que garanticen la seguridad y el bienestar de las poblaciones" aledañas.
"La dependencia federal mantiene un diálogo permanente con las comunidades de la cuenca, en el que participan representantes de las empresas mineras, pobladores afectados, ambientalistas, científicos, autoridades de los tres niveles de gobierno", apuntó.
El 6 de agosto de 2014, la falla en una válvula de la mina Buenavista del Cobre generó el derrame de 40 mil metros cúbicos de una solución cargada de cobre y otros metales procesados con ácido sulfúrico que contaminaron los ríos Sonora y Bacanuchi dejando sin agua para consumo humano y actividades productivas a más de 22 mil habitantes de siete municipios.
A pesar del desastre ambiental, la compañía Grupo México afirma que ya finalizó con la compensación de los daños a las víctimas por el derrame.