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México.- El 5 de agosto se cumplen cinco años del peor derrame de químicos al río Sonora que ha provocado el exterminio lento de los habitantes de la región con la proliferación de enfermedades cancerosas y la baja productividad de las tierras.
“Están matando a la gente de cáncer, por la contaminación de los alimentos, la baja producción y lo que llaman “Marca Río Sonora”, en que los compradores de los productos que aquí se cultivan aplican precios más bajos por la presunción de que están contaminados del sulfato de cobre acidulado que se derramó y afectó a 270 kilómetros de la ribera de este afluente”.
Mayeli Sánchez Martínez, investigadora de la organización civil Técnicas Rudas, se ha dado a la tarea de documentar los efectos que tienen las empresas del Grupo México en el medio ambiente y en la salud de las personas que se han visto expuestas a los accidentes y desastres ecológicos provocados en distintos puntos del país.
“En las poblaciones que bordean al río Sonora por lo menos un miembro de cada familia tiene cáncer, ellos han visto el deterioro de sus recursos, tienen una sobrecarga enorme de trabajo. Las mujeres que son recolectoras de frutas y verduras ahora temen que estén contaminados y están en la disyuntiva de llevarlos para que los consuma su familia y se enfermen. O se queden con hambre”.
Sánchez Martínez acusa que Grupo México en cinco años no se responsabilizó de limpiar la zona afectada por el sulfato, no terminó la unidad de salud y permanece en obra gris, ésta serviría para atender a los habitantes de la región, tampoco se construyeron las plantas de tratamiento y potabilización del agua.
“Desafortunadamente no hay un monitoreo de la salud de los habitantes, la empresa se había comprometido con la Secretaría del Medio Ambiente de hacer un plan de remediación y una evaluación del daño, pero el plan que han llevado a cabo no corresponde a la magnitud de los daños”.
En la región los embalses de agua desaparecieron, Grupo México se limitó a remover la tierra contaminada con el sulfato, pero no la retiró, con lo cual el problema continúa.
La maestra en Ciencias de la UNAM y ecóloga acuática urgió a la Semarnat a que intervenga y retome el caso porque los habitantes de los municipios localizados en las riberas del río requieren la atención que les prometieron hace casi cinco años, cuando ocurrió el peor desastre ecológico provocado por el Grupo México.