México.- En el documento “Estrategias integradas en contaminantes climáticos de vida corta para mejorar la calidad del aire y reducir el impacto al cambio climático”, editado por el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Coalición de Clima y Aire Limpio (CCAC) se describen acciones concretas que México debe seguir para reducir las fuentes de mayor emisión de los precursores de ozono, como es el carbono negro, el metano, los hidrofluorocarbonos y el ozono troposférico.
La relevancia de los contaminantes climáticos de vida corta (CCVC) para México radica en su contribución a la contaminación atmosférica, al calentamiento global y sus impactos negativos en la salud humana, la agricultura y los ecosistemas.
De acuerdo con los autores, la implementación de esta estrategia contribuiría a cumplir con su Contribución Nacionalmente Determinada (CND), a mejorar la calidad del aire y reducir los impactos en la salud de la población y los ecosistemas.
En éste, se presentan las estrategias para reducir los contaminantes climáticos de vida corta con una visión regional y comunitaria y alcanzar los objetivos del desarrollo sostenible al 2030.
El documento puntualiza que México fue el primer país en presentar su Contribución Nacionalmente determinada (CND), junto con la Estrategia de Medio Siglo (EMS) en 2016 durante la COP22 y fue ratificado durante la COP24, en Katowice Polonia en 2018, manteniendo el propósito de alcanzar las metas establecidas en el Acuerdo de París que involucran no solamente la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en 22 por ciento, sino también de una mitigación integral que incluye al carbono negro con una meta del 51 por ciento a 2030.
Señala que el tiempo de vida media de estos contaminantes es de unos pocos días hasta aproximadamente una década de permanencia en la atmósfera. Los principales CCVC son el metano, el ozono troposférico, el carbono negro y los hidrofluorocarbonos (HFC). La Organización Mundial de la Salud (OMS), indica que la contaminación atmosférica e intramuros contribuye con 7 millones de muertes prematuras al año.
También indica que México participa con la Coalición del Clima y Aire limpio (CCAC), la cual promueve la reducción de CCVC y establece las bases para incluir en su política pública ambiental de cambio climático y de calidad del aire, así como las acciones o estrategias para reducir estos contaminantes y con ello evitar el aumento de temperatura global.
Respecto a la política pública para mejorar la calidad del aire, puntualiza que se diseñó la “Estrategia Nacional de Calidad del Aire (ENCA-SEMARNAT 2017)”, un instrumento de gestión para controlar, mitigar y prevenir la emisión y concentración de contaminantes atmosféricos, concordante en varios temas relacionados con fuentes y mitigación de la Estrategia Nacional de Cambio Climático (ENCC-SEMARNAT-2013).
Al incluir a los CCVC en la política ambiental nacional se estableció una perspectiva donde las estrategias de mitigación climáticas tengan beneficios en la calidad del aire
Señala también, que, con el propósito de apoyar los compromisos establecidos por México y mejorar la calidad del aire al 2030, en 2018 la CCAC junto con el gobierno de México, desarrollaron la segunda fase de SNAP-II con el objetivo de evaluar el potencial de mitigación y conocer los beneficios múltiples de las acciones para reducir los CCVC a través de la identificación del potencial de mitigación para el cumplimiento del la CND con respecto al carbono negro, metano e HFC.
Al incluir a los CCVC en la política ambiental nacional se estableció una perspectiva donde las estrategias de mitigación climáticas tengan beneficios en la calidad del aire y un impacto en la mitigación al cambio climático.
El documento indica que estos esfuerzos permitirá reducir las muertes prematuras por contaminación del aire ambiente y en intramuros, donde la OMS reportó 4.2 millones de muerte en 2016; de igual forma será posible alcanzar en el corto plazo los Acuerdos de París.
"El cumplimiento de estos objetivos puede darse en virtud de que tanto las emisiones de GEI y de CCVC provienen de las mismas fuentes, particularmente en aquellas relacionadas con la combustión".
Asismismo, sostiene que el concepto guía de integración de la calidad del aire y cambio climático busca mejorar el bienestar de la población actual y futura en términos de salud, ambiente limpio, seguridad alimentaria y sustentabilidad en un clima cambiante alineado en el marco del Plan Nacional de Desarrollo 2018-2024 y los ODS.
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