París.- La acción temprana en una agenda a más largo plazo para abordar el cambio climático, evitar la pérdida y fragmentación del hábitat, revertir la pérdida de biodiversidad, reducir la contaminación y mejorar la gestión y la infraestructura de los desechos es fundamental para una recuperación transformadora y ecológica.
Enfrentados a una crisis de salud que ha causado un choque social y económico mundial, la Unión Europea (UE) y los países de todo el mundo están adoptando importantes programas de apoyo económico en los cuales más allá de las respuestas sanitarias directas, los paquetes de estímulo fiscal brindan la oportunidad de iniciar una recuperación transformadora y ecológica con la creación de empleos ecológicos.
El nuevo informe del Institute for Climate Economics (I4CE), un grupo de expertos con sede en París, titulado “Invertir en el clima puede ayudar a Francia a impulsar su recuperación económica”, exige un paquete de financiamiento público de 7 mil millones de euros que, estima, podría generar 19 mil millones de euros adicionales de recursos públicos e inversión privada.
Dicho paquete de estímulo contribuiría a la recuperación económica después de la crisis y haría que Francia sea más resistente a los shocks futuros, sin reducir su contribución a los objetivos climáticos internacionales, dice el informe.
“I4CE está convencido de que la acción climática no es un obstáculo para la recuperación de la crisis, sino una respuesta efectiva a la demanda de resiliencia que probablemente surgirá en Europa”, asegura Ian Cochran, director del Programa I4CE para Instituciones Financieras.
El I4CE considera que un paquete de recuperación debe priorizar los resultados relacionados con el medio ambiente, manteniendo la credibilidad del Acuerdo Verde Europeo, preservando el capital industrial de los sectores con bajas emisiones de carbono y adaptando la economía al cambio climático.
En la economía, al contribuir a la reactivación de las empresas a corto plazo, al tiempo que se reduce la exposición a crisis futuras, como las de los precios del petróleo o el colapso de las cadenas de suministro de alimentos e industriales.
En salud, al reducir la vulnerabilidad de la sociedad a las amenazas para la salud, particularmente al mejorar la calidad del aire y reducir la pobreza de los combustibles.
El I4CE ha identificado 30 inversiones favorables al clima y a la recuperación para modernizar viviendas públicas y privadas y otros edificios; desplegar vehículos de pasajeros con bajas emisiones y desarrollar infraestructura de transporte público urbano, infraestructura ferroviaria, ciclovías y electricidad renovable.
Para lograrlo, el Estado francés debería aumentar el nivel existente de apoyo a la inversión climática en 4 mil 300 millones de euros adicionales por año.
Los investigadores creen que los gobiernos locales necesitarán aumentar los niveles actuales de inversión y cofinanciación en 2 mil 100 millones de euros anuales, con el apoyo del gobierno central. Los bancos estatales deberían aumentar sus nuevos compromisos con empresas, gobiernos locales y empresas de proyectos en 2 mil 300 millones de euros por año.
Por su parte, Ligia Noronha, directora de la División de Economía del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), afirma que “el PNUMA y otros organismos creen que los paquetes de estímulo fiscal a gran escala son una oportunidad para colocar a las economías y sociedades en un camino más resistente, en línea con la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible”.
Según el Informe de brecha de emisiones del PNUMA 2019, deben reducirse las emisiones globales un 7.6 por ciento cada año de la próxima década, si queremos limitar el aumento de la temperatura a 1.5 grados Celsius, y esto requiere que todos los países del mundo multipliquen por cinco sus ambiciones de reducción de gases de efecto invernadero.
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