Madrid.- Millones de cerdos son alimentados y engordados con piensos elaborados a partir de soya cultivada en zonas con "alto riesgo de deforestación" en Brasil según el informe 'Engordados con deforestación', difundido la plataforma Carro de Combate.
Según datos de la temporada 2019/2020, dos tercios de las 3.5 toneladas de soya importadas en España provenían de Brasil, de las cuales un 87% se utilizaron para la producción de pienso, actividad en la que España se sitúa en segunda posición a nivel europeo, apunta el trabajo.
La investigación revela que un 31% de esta soya brasileña procede de la Amazonía, donde la mitad de la sabana ha desaparecido desde 1970, y un 41% de El Cerrado, donde la deforestación mantiene una tendencia creciente cada año y aumentó un 8% entre 2020 y 2021.
La sabana de El Cerrado es una de las más importantes a nivel global por su biodiversidad, alberga un 5% del total de especies en el mundo, es un importante sumidero de carbono y fuente de ocho de los 12 grandes ríos brasileños; sin embargo, "está siendo destruida y podría colapsar en 30 años si la agricultura continúa su expansión a la misma velocidad", detalla el trabajo de Carro de Combate.
Si bien se prevé la aprobación este año de una legislación europea que prohibirá la entrada en Europa de ciertas materia primas provenientes de lugares deforestados, esta excluirá a El Cerrado, ya que se limita a los bosques forestales.
El informe 'Engordados con deforestación' parte del análisis y rastreo de la industria porcina en España, a lo largo de toda la cadena de suministro, desde que la soya sale de los puertos brasileños de Vila do Conde e Itaqui y de Itabuno, hasta que llega a los españoles, en Barcelona, Cartagena o Bilbao.
Ahí es procesada por multinacionales importadoras, cuyas áreas prioritarias de acción en Brasil han experimentado un incremento de la deforestación de un 34% entre 2018 y 2020, según el estudio.
Después, la soya es vendida a productores de pienso hasta llegar a las estanterías de los supermercados en España.
El estudio ha sido elaborado durante seis meses por el equipo de investigación Carro de Combate, un colectivo dedicado a la información e investigación independiente sobre el origen de los productos que consumimos.