Ginebra.- Es muy probable que el prolongado episodio en curso de La Niña, que ha influido en las temperaturas y las precipitaciones y ha exacerbado las sequías y las inundaciones en diferentes partes del mundo, continúe, al menos, hasta agosto y, posiblemente, hasta el otoño y principios del invierno del hemisferio norte, según se desprende del último boletín El Niño/La Niña Hoy de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Algunas predicciones a largo plazo incluso indican que podría persistir hasta 2023. Si así fuera, se daría un “episodio triple de La Niña” (tres inviernos consecutivos del hemisferio norte con condiciones compatibles con el fenómeno La Niña) que solo se ha producido tres veces desde 1950, de acuerdo con la OMM.
La Niña es un fenómeno que produce un enfriamiento a gran escala de las aguas de la superficie oceánica en las partes central y oriental del Pacífico ecuatorial, además de otros cambios en la circulación atmosférica tropical, a saber, los vientos, la presión y las precipitaciones. Por lo general, tiene efectos en el tiempo y el clima contrarios a los de El Niño, que constituye la fase cálida del fenómeno denominado El Niño-Oscilación del Sur (ENOS).
La sequía reinante en el Cuerno de África y en la parte meridional de América del Sur lleva el sello de La Niña, al igual que las precipitaciones por encima de la media en Asia suroriental y Australasia y las predicciones de una temporada de huracanes en el Atlántico con una actividad superior a la media.
Sin embargo, todos los fenómenos climáticos de origen natural ahora se producen en el contexto del cambio climático antropógeno, que provoca un aumento de las temperaturas mundiales, exacerba los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos, y altera la configuración de las temperaturas y las precipitaciones estacionales.
“El cambio climático antropógeno acrecienta los efectos de los fenómenos de origen natural, como La Niña, e incide cada vez más en las condiciones meteorológicas, en particular mediante una mayor intensidad del calor y las sequías y el riesgo conexo de incendios forestales, así como los diluvios y las inundaciones sin precedentes”, afirmó el profesor Petteri Taalas, Secretario General de la OMM.
“La OMM está brindando un apoyo adaptado al sector humanitario, como lo refleja la reciente alerta multiinstitucional sobre el empeoramiento de la sequía en África oriental. Las predicciones estacionales optimizadas son fundamentales en este sentido porque ayudan a planificar con anticipación y a obtener beneficios socioeconómicos considerables en sectores sensibles al clima, como la agricultura, la seguridad alimentaria, la salud y la reducción de riesgos de desastre”, explicó el profesor Taalas.
“Además de mejorar los servicios climáticos, la OMM también procura cumplir el objetivo de que todas las personas tengan acceso a los sistemas de alerta temprana en los próximos cinco años para protegerlas contra los peligros relacionados con el tiempo, el clima y el agua”, añadió el profesor Taalas.
El episodio actual de La Niña comenzó en septiembre de 2020 y continuó hasta mediados de mayo de 2022 en todo el Pacífico tropical.
Durante enero y febrero de 2022, se produjo un debilitamiento temporal de los componentes oceánicos de La Niña, pero el fenómeno se ha fortalecido desde marzo de este año.
Los Centros Mundiales de Producción de Predicciones a Largo Plazo de la OMM indican que hay alrededor de un 70% de probabilidades de que las actuales condiciones típicas de La Niña continúen hasta el verano boreal de 2022, y entre un 50% y un 60% de que se mantengan durante el período comprendido entre julio y septiembre de 2022.
Existen algunos indicios de que las probabilidades podrían volver a aumentar levemente durante el otoño boreal de 2022 y a principios del invierno boreal de 2022/2023.
Proyección del clima estacional mundial
El Niño y La Niña son importantes condicionantes del sistema climático de la Tierra, pero no son los únicos. Además del boletín El Niño/La Niña Hoy, que la OMM publica desde hace tiempo, la Organización también publica ahora boletines periódicos sobre el clima estacional mundial, en los que se tienen en cuenta las influencias de todos los demás condicionantes climáticos importantes, como la oscilación del Atlántico Norte, la oscilación del Ártico y el dipolo del océano Índico.
El boletín sobre el clima estacional mundial se basa en las predicciones de los Centros Mundiales de Producción de Predicciones a Largo Plazo de la OMM, y los datos que contiene están a disposición de los gobiernos, las Naciones Unidas, las instancias decisorias y otras partes interesadas de sectores sensibles al clima, de modo que adopten medidas de preparación y protejan las vidas y los medios de subsistencia.
A pesar del pertinaz episodio de La Niña en las partes central y oriental del Pacífico ecuatorial, en el resto del mundo se imponen de forma generalizada temperaturas de la superficie del mar superiores a la media que condicionan el pronóstico de las temperaturas del aire para el período de junio a agosto de 2022. No obstante, la extensión y la intensidad del calentamiento previsto son inferiores durante el período comprendido entre marzo y mayo de 2022, según se apunta en el boletín sobre el clima estacional mundial. Los modelos indican que hay mayores probabilidades de que se registre un dipolo del océano Índico negativo durante el período de junio a agosto de 2022.
Las predicciones de la precipitación se corresponden con los típicos efectos de La Niña relacionados con las lluvias.