El frío del invierno trae consigo una serie de cambios importantes en la calidad del aire, uno de ellos provocado por la inversión térmica. ¿En qué consiste este fenómeno? Lo normal es que el aire se mueva constantemente y las capas que lo forman se ordenen por su temperatura.
Las más frías circulan en la parte alta de la atmósfera y las más calientes abajo, al nivel del suelo. Cuando este ciclo de movimiento se interrumpe, se forma una capa de aire frío que queda inmóvil sobre el suelo e impide la circulación atmosférica, y por lo mismo, los contaminantes no pueden dispersarse ni diluirse adecuadamente.
La exposición prolongada a niveles elevados de contaminación puede provocar numerosas alteraciones de la salud, desde un riesgo elevado de infecciones respiratorias, hasta enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y, sobre todo, cáncer de pulmón.
Para reducir las emisiones que causan la contaminación del aire, es necesario adoptar medidas urgentes, como limitar el uso del automóvil.
Al respecto ¿Cuáles son daños ocasionados al medio ambiente cuando utilizamos el coche de manera indiscriminada? y ¿qué alternativas hay para afrontar este problema?
Contaminación producida por automóviles
Las emisiones generadas por vehículos en las zonas metropolitanas más pobladas del país, como el Valle de México, representan hasta un 60% de la contaminación total en el aire.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en México, cerca de 15 mil personas mueren cada año a causa de enfermedades asociadas a la contaminación del aire, y otro tanto desarrolla una condición adversa irreversible.
De acuerdo con datos del INEGI, durante 2020 se registraron en todo México 50.3 millones de vehículos en circulación, es decir, un número cercano a la mitad de los habitantes el país.
Por otro lado, de acuerdo con la Encuesta Origen-Destino (EOD), en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), alrededor de 41% de los hogares cuenta con un automóvil, y 68.1% de los recorridos que se realizan en ellos transportan a un solo un pasajero.
Caminar y andar en bicicleta: alternativas saludables
Directa o indirectamente, todos nos beneficiamos cuando una persona elige caminar o andar en bicicleta en lugar de realizar sus traslados en automóvil. La OMS recomienda que los adultos de entre 18 y 64 años realicen alguna actividad aeróbica moderada durante 150 minutos a la semana.
Andar en bicicleta a bajas velocidades y caminar a paso regular durante media hora al día te permitirá seguir esta recomendación. Esto reportará grandes beneficios para tu salud, reducirá tus emisiones y disminuirá el ruido en los espacios públicos por donde sueles transitar.
Del modelo sugerido por la OMS se puede concluir que el medio de transporte más eficiente para realizar traslados menores a 3 km es la caminata, mientras que para recorrer hasta 10 km lo mejor es tomar la bicicleta. Una bicicleta que incorpore un mecanismo de pedaleo asistido puede volverse el medio más eficiente, ecológico y económico para hacer traslados de hasta 20 km.
Ventajas y beneficios de la movilidad ciclista
Es cierto que la bicicleta tiene algunos inconvenientes palpables si la comparamos con los vehículos motorizados: ofrece poca protección frente a las condiciones climáticas, sus posibilidades de carga son mínimas, existe un riesgo de robo y los ciclistas son muy vulnerables en un percance de tránsito. Sin embargo, sus ventajas son mayores.
Además de precios significativamente más bajos que un automóvil y unas dimensiones tales que es posible estacionarlas casi en cualquier sitio sin impedir el libre tránsito, las bicicletas también tienen los siguientes atributos, de acuerdo con un informe presentado en el marco del programa “Bizkaia en bicicleta”:
- Son medios de transporte eficaces. Un ciclista no profesional puede cubrir distancias de hasta 10 km, e incluso 20 km si su bicicleta cuenta con un mecanismo de pedaleo asistido.
- Permiten una gran autonomía. Este vehículo no tiene horarios ni rutas fijas como el transporte público.
- Son inmunes al tráfico. Los tiempos de viaje en bicicleta no son fluctuantes en un entorno urbano, como los de los coches o el transporte público. En términos generales, un ciclista puede calcular mejor sus tiempos de traslado y ser más puntual que un automovilista o los usuarios de la red de transporte.
- Constituyen una alternativa real para bajas distancias. En recorridos menores a los 5 km, la velocidad de la bicicleta es competitiva contra vehículos en horas pico. Si de transporte público se trata, elegir una bicicleta puede ser un excelente idea, ya que elimina el tiempo que toma caminar hacia las terminales de autobús o los andenes del metro.
- Son prácticas. Las bicicletas son vehículos eficientes, ligeros, silenciosos, fáciles de conducir y pequeños. Además, no acaparan el espacio público y son ecológicas.
- Son medios de transporte económicos. Obviando su precio, el costo de mantenimiento de una bicicleta es hasta 40 veces inferior al de un automóvil.
Hacer conciencia sobre los problemas de contaminación atmosférica durante el invierno y elijir medios de transporte que reducen la emisión de CO2 mejora nuestra salud y condición física.