Liberia (Costa Rica).- Carlos Manuel Rodríguez es ministro de Medio Ambiente de Costa Rica, país referente en esta materia que en sus apenas 51 mil 100 kilómetros cuadrados de territorio acoge más de 120 mil especies conocidas, cerca del 6.5 por ciento de la biodiversidad mundial.
A menos de un mes de la celebración de la Cumbre del Clima (COP) en Madrid (España) y la reciente salida de Estados Unidos del Acuerdo de París asegura que frenar y revertir el cambio climático solo será posible con el compromiso de los gobiernos estadounidense y brasileño, dos de los mayores responsables.
¿Qué espera de la próxima COP que se celebra en Madrid entre el 2 y el 13 de diciembre?
Voy a ir las dos semanas, estoy muy agradecido con el Gobierno español y los españoles porque dieron un pie al frente con muchísimo valor y valentía en asumir un reto tan grande de organizar la COP, pero sobre todo de poder darnos ese espaldarazo político que requerimos a un proceso de negociación climática que nos está llevando hacia un callejón sin salida.
El mayor problema es que el 80 por ciento de las emisiones de carbono son generadas por las 20 grandes economías y no tenemos en esos países el liderazgo político que requerimos para poder cumplir con las expectativas que la comunidad científica nos ha dado.
Lo que pasa en Estados Unidos y Brasil son temas de alta preocupación, donde tenemos gobiernos que desconocen la raíz y el fundamento del cambio climático.
Estados Unidos es el segundo emisor de carbono, Brasil es uno de los principales por emisiones asociadas a la deforestación y uso del suelo y ellos tienen que ser parte de la solución.
No podemos solucionar el problema del cambio climático sin la inclusión y el compromiso fuerte de esas grandes economías que son responsables del 80 por ciento de las emisiones.
¿Qué opina de las marchas masivas que están pidiendo en todo el mundo que los gobiernos actúen contra el cambio climático?
Las marchas que vemos, no solo la de los estudiantes en Europa sobre el cambio climático, sino la descomposición social que estamos viendo a lo largo y ancho del planeta es de ponerle mucha atención y sin duda nos llama a la reflexión sobre este modelo de desarrollo que tenemos, que no ha sido inclusivo y el cambio climático va a ser un elemento que agregue combustible tóxico a la descomposición social. Por eso es tan importante que trabajemos mucho más diligentemente, con mayor nivel de ambición en revertir el cambio climático a la vez que en la adaptación para que los problemas sociales asociados al modelo de desarrollo no inclusivo no se combinen y tengamos una mezcla tóxica, que es la descomposición social asociada al modelo económico que tenemos, más los elementos que agrega el cambio climático.
Yo veo que en uno o dos años vamos a tener marchas que van a traer estos elementos de manera muy fuerte y van a requerir un cambio de timón en la visión de los gobernantes y la responsabilidad del sector privado que no ha sido inclusivo y han dejado al margen de los beneficios del desarrollo a minorías o grupos específicos y eso se convierte en combinación muy tóxica.
¿Están los ciudadanos ejerciendo una responsabilidad que le correspondería a los gobiernos?
La lucha por el cambio climático va a residir en la fuerza del ciudadano y los ciudadanos en democracia escogen a sus líderes y ambas sociedades -la de EUA y Brasil- como muchas otras han entendido que los ciudadanos tienen que ser mucho más activos, proactivos y participativos.
Si ve el nivel de participación en los procesos electorales de los ciudadanos deja mucho que decir y por otro lado creo que se está dando un cambio generacional político donde los nuevos aspirantes a la política entienden el tema de la sosteniblidad y se comprometen a que sea tema fundamental en la agenda política que llevarían a cabo.
La joven activista Greta Thunberg es una líder innata para muchos pero objetivo de desprecios por tantos otros ¿Qué cree que debe hacer?
El cambio climático es una de las grandes preocupaciones de los jóvenes de hoy y adultos del futuro. Yo me identifico con Greta porque cuando yo era joven luchaba contra la deforestación, éramos poquitos y nos decían calificativos muy graves, no entendían nuestras convicciones y en el caso de Costa Rica paramos la deforestación.
La causa que lleva Greta y los jóvenes se va a lograr, creo que es evidente que están exigiendo un derecho a tener oportunidad en el futuro.
El movimiento de Greta tenemos que verlo de la manera más sencilla, honesta y legítima y están en todo su derecho de exigir un futuro prometedor y no uno comprometido como el que parece que le vamos a dejar.
Centroamérica es un sitio especialmente peligroso para los activistas medioambientales, donde muchos han sido asesinados. ¿Qué está haciendo la región por ellos?
En las Américas hemos trabajado a lo largo de un acuerdo regional, el Escazú, que tiene que ver con los derechos de los activistas ambientales, el derecho de acceso a información, a la transparencia.
La cuestión ambiental pública es algo que Costa Rica apoya fuertemente y dentro de ella generamos roles, derechos y obligaciones que debemos tener en nuestras sociedades para aquellos que se sienten poco representados o inconformes con las gestiones del Gobierno, para que puedan denunciarlo de la manera más abierta, sin detrimento de su seguridad.
Los asesinatos es un tema tremendamente serio, Costa Rica no es la excepción, ha tenido sus casos y la tendencia es a la alza, y de ahí que los instrumentos de derecho público internacional tengan que complementar las legislaciones nacionales para que esos ciudadanos estén asegurados, pero la mitad de los países que han participado en la redacción del texto aún no lo han ratificado. Aquí haremos por que lo sea.
¿Están fallando los países a sus ciudadanos?
En muchos temas, en transparencia, en buena gestión institucional, en respeto a la división de poderes, ya sean gobiernos de derecha y de izquierda, yo esa división la deseché hace mucho tiempo, yo me concentro en tratar de valorar la gestión de los gobiernos a través de los criterios de buena gobernanza y un tema fundamental es la transparencia, ahí estamos aún muy lejanos.
En el 50 por ciento de los países del mundo el Estado de Derecho no funciona, el Estado de Derecho ambiental mucho menos, la división de poderes no funciona, tampoco la independencia de la Cortes, no hay prensa independiente, no hay sistema de derechos de propiedad privada o no se respeta, no se respetan los Derechos Humanos... puedo seguir con una lista larga, el 50 por ciento de los países fallan fuertemente en elementos fundamentales de gobernanza y no vamos a resolver los problemas del cambio climático si no resolvemos los problemas de gobernabilidad en nuestro países.