Davos-Klosters, Suiza.- Gracias a su abundancia de recursos naturales y a la superación de muchas de las recientes restricciones pandémicas, algunas naciones latinoamericanas son optimistas sobre el potencial de la región para convertirse en líder mundial en el suministro de energía limpia. Las especificidades regionales, como la abundancia de energía hidroeléctrica y solar, suponen ventajas únicas, sobre todo si las Américas logran una mayor conectividad de la red eléctrica.
El Presidente de Colombia, Gustavo Francisco Petro Urrego, en su intervención en una sesión sobre Liderazgo para América Latina en la 53ª Reunión Anual del Foro Económico Mundial, abogó por que la región "construya una red eléctrica americana desde la Patagonia hasta Alaska". Esta conectividad permitiría a los productores de energías renovables de América Latina vender energía a Estados Unidos y Canadá.
"Podemos hacer de nuestro continente el centro de la producción de energía limpia", coincidió Fernando Haddad, Ministro de Hacienda de Brasil. Se hizo eco de las grandes oportunidades que tiene América Latina para atraer inversiones extranjeras y fomentar el espíritu empresarial a través de las energías renovables.
"Todo ello dependerá de la integración regional", añadió. Una mejor coordinación entre las naciones latinoamericanas facilitaría el comercio, integraría los mercados financieros y mejoraría las conexiones infraestructurales en energía, transporte y otros sectores.
El acceso a los mercados mundiales es fundamental para la visión de prosperidad de muchos países latinoamericanos. Rodrigo Chaves Robles, Presidente de Costa Rica, declaró: "Costa Rica lo ha hecho muy bien incluyéndose en las cadenas de suministro".
Costa Rica ha promovido activamente industrias como la de suministros médicos, la aeroespacial y la de servicios administrativos. Los dirigentes del país consideran que los acuerdos comerciales bilaterales y multilaterales son necesarios para el crecimiento continuo de estos sectores.