El empleo mundial en el sector de la energía ha aumentado por encima de sus niveles prepandémicos, impulsado por el aumento de la contratación en el sector de las energías limpias, según un nuevo informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) que ofrece la primera referencia mundial del empleo en todas las industrias energéticas.
La edición inaugural del Informe Mundial sobre el Empleo en el Sector de la Energía, que se publicará anualmente, traza un mapa del empleo en el sector energético por tecnología y segmento de la cadena de valor. El informe proporciona una base rica en datos para que los responsables políticos y los encargados de la toma de decisiones de la industria comprendan los impactos relacionados con el trabajo de las transiciones de energía limpia y los cambios en las cadenas de suministro de energía tras la invasión de Rusia en Ucrania.
El número de puestos de trabajo en el sector de la energía en todo el mundo se ha recuperado de las interrupciones debidas a Covid-19, aumentando por encima de su nivel anterior a la pandemia de más de 65 millones de personas, o alrededor del 2% de la mano de obra total.
El crecimiento se ha visto impulsado por la contratación en los sectores de las energías limpias. El sector del petróleo y el gas, por su parte, experimentó uno de los mayores descensos de empleo al comienzo de la pandemia y aún no se ha recuperado del todo.
Con el reciente repunte, las energías limpias superaron la marca del 50% de su cuota de empleo energético total, con casi dos tercios de los trabajadores involucrados en la construcción de nuevos proyectos y la fabricación de tecnologías de energía limpia. Al mismo tiempo, el sector del petróleo y el gas también está experimentando un repunte en el empleo, con nuevos proyectos en desarrollo, especialmente nuevas infraestructuras de gas natural licuado (GNL).
En 2022, el sector energético experimentará el mayor crecimiento del empleo de los últimos años, aunque los elevados costes de los insumos y las presiones inflacionistas se suman a los retos de contratación y de la cadena de suministro ya presentes en algunas regiones y subsectores, como la energía solar, la eólica, el petróleo y el gas.
Las respuestas políticas a la pandemia y a la invasión de Ucrania por parte de Rusia, incluida la Ley de Reducción de la Inflación de EU, seguirán contribuyendo a la demanda de nuevas contrataciones y a la modificación del statu quo de las cadenas de suministro energético mundiales.
Los empleos en el sector de la energía contabilizados en este informe abarcan toda la cadena de valor, con alrededor de un tercio de los trabajadores en el suministro de combustibles energéticos (carbón, petróleo, gas y bioenergía), un tercio en el sector de la energía (generación, transmisión, distribución y almacenamiento), y un tercio en los principales usos finales de la energía (fabricación de vehículos y eficiencia energética).
Más de la mitad del empleo en el sector energético se encuentra en la región de Asia-Pacífico. Esto refleja la rápida expansión de las infraestructuras energéticas en la región y el acceso a una mano de obra de bajo coste que ha permitido la aparición de centros de fabricación que sirven tanto a los mercados locales como a los de exportación, especialmente para la energía solar, los vehículos eléctricos y las baterías. Sólo China representa el 30% de la mano de obra energética mundial.
En todos los escenarios de la AIE, el empleo en el sector de las energías limpias va a crecer, superando la disminución de los puestos de trabajo en el sector de los combustibles fósiles. En el escenario de Cero Emisiones Netas para 2050, se crean 14 millones de nuevos puestos de trabajo en energías limpias para 2030, mientras que otros 16 millones de trabajadores pasan a desempeñar nuevas funciones relacionadas con las energías limpias. L
os nuevos puestos de trabajo en el sector de la energía no siempre se encuentran en la misma ubicación ni requieren las mismas cualificaciones que los puestos de trabajo a los que sustituyen, por lo que los responsables políticos deben centrarse en la formación laboral y el desarrollo de capacidades para garantizar que la transición energética beneficie al mayor número de personas posible.
"Los países de todo el mundo están respondiendo a la crisis actual intentando acelerar el crecimiento de las industrias de energía limpia propias. Las regiones que den este paso verán un enorme crecimiento de los puestos de trabajo", dijo el Director Ejecutivo de la AIE, Fatih Birol.
"Para aprovechar esta oportunidad se necesitan trabajadores cualificados. Los gobiernos, las empresas, los representantes de los trabajadores y los educadores deben unirse para desarrollar los programas y las acreditaciones necesarias para cultivar esta mano de obra y garantizar que los puestos de trabajo creados sean de calidad y puedan atraer a una mano de obra diversa."
Alrededor del 45% de los trabajadores del sector energético se dedican a profesiones altamente cualificadas, frente al 25% de la economía en general. Algunas empresas de combustibles fósiles están reciclando a los trabajadores internamente para que ocupen puestos en áreas de bajas emisiones de carbono, con el fin de retener el talento o mantener la flexibilidad a medida que surgen las necesidades.
Sin embargo, esto no es una opción en todas partes, y garantizar una transición justa y centrada en las personas para los trabajadores afectados debe seguir siendo un objetivo para los responsables políticos, especialmente en el sector del carbón, donde el empleo ha estado disminuyendo constantemente durante varios años.