Según un nuevo informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Indonesia tiene un camino viable para alcanzar su objetivo de cero emisiones netas en 2060, lo que supondrá importantes beneficios para sus ciudadanos, como un suministro energético más seguro y asequible. Pero las reformas políticas clave y el apoyo internacional serán cruciales para el éxito de la transición hacia la energía limpia en el cuarto país más poblado del mundo al entrar en una nueva fase de su desarrollo económico.
La hoja de ruta del sector energético de la AIE hacia las emisiones netas cero en Indonesia -un proyecto de colaboración emprendido con el Ministerio de Energía y Recursos Minerales de Indonesia (MEMR) a petición del Gobierno de este país- se ha presentado hoy en la reunión ministerial sobre transiciones energéticas del G20 celebrada en Bali bajo la primera presidencia del G20. El Director Ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, y el Ministro de Energía y Recursos Minerales de Indonesia, Arifin Tasrif, también han firmado una Declaración Conjunta de Alto Nivel que establece una visión compartida del camino de Indonesia hacia la energía neta cero, basándose en las conclusiones de la Hoja de Ruta.
El desarrollo económico de Indonesia en el último medio siglo ha sido un éxito notable, sacando a millones de personas de la pobreza y llevando la electricidad a casi todos los ciudadanos de las 17 mil islas del país. El acceso a suministros de energía asequibles procedentes de los abundantes recursos del país, así como los ingresos procedentes de las exportaciones de combustibles fósiles, han sido importantes motores de este éxito.
En la actualidad, la transición energética limpia ofrece enormes oportunidades para el siguiente capítulo del desarrollo de Indonesia, que pretende convertirse en una economía avanzada para 2045. Según la hoja de ruta de la AIE, muchos de los ingredientes para alcanzar las emisiones netas cero y el estatus de economía avanzada son los mismos: innovación, conocimiento, tecnología y diversificación económica.
Por ejemplo, los ingresos de Indonesia por la exportación de minerales críticos, necesarios para muchas tecnologías de energía limpia, serán mayores en 2030 que los mayores ingresos por exportación de carbón. Y existen oportunidades aún mayores si Indonesia puede captar más de la cadena de valor de la energía limpia. Al mismo tiempo, la transición hacia las energías limpias y la diversificación económica tendrán un impacto significativo en las regiones productoras de carbón de Indonesia, lo que exige la atención de los responsables políticos para garantizar una transición justa y centrada en las personas.
La hoja de ruta de la AIE muestra que, al alcanzar el nivel cero en 2060, Indonesia reduciría la factura energética total de los hogares como porcentaje de sus ingresos respecto al nivel actual. Para el conjunto de la economía del país, el camino hacia el cero neto en 2060 reduciría la factura de las importaciones de petróleo en un tercio en 2030, en comparación con la situación actual. Este ahorro en las importaciones de petróleo cubriría por sí solo el coste adicional que requeriría la transición en términos de nuevas inversiones, lo que significa que la transición se pagaría por sí misma. Una transición aún más ambiciosa por parte de Indonesia y otros países del mundo, como la prevista en el escenario global de cero emisiones para 2050 de la AIE, supondría un ahorro aún mayor, según el análisis.
"Indonesia tiene la oportunidad de demostrar al mundo que, incluso para un país que depende en gran medida de las exportaciones de combustibles fósiles, una vía hacia las emisiones netas cero no sólo es factible, sino también beneficiosa", dijo el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol. "Debemos tener claros los retos, especialmente en las zonas que dependen de la industria del carbón, pero las oportunidades económicas compensan con creces los costes".
"Esta hoja de ruta -que refleja la condición de autoridad mundial de la AIE y que se ha llevado a cabo de la mano de mi Ministerio- establece un camino claro y alcanzable, basado en la eficiencia energética, las energías renovables y la electrificación", declaró el Ministro de Energía y Recursos Minerales de Indonesia, Arifin Tasrif. "Esto demuestra que la transición a la energía neta cero en Indonesia puede ser justa, asequible y rica en oportunidades".
El informe de la AIE subraya que las tecnologías que Indonesia necesita para los primeros pasos en su camino hacia el cero neto -como las soluciones de eficiencia energética, la energía solar, la energía eólica y los vehículos eléctricos- ya están disponibles comercialmente en la actualidad y son rentables, siempre que se apliquen las políticas adecuadas.
La aplicación de normas de rendimiento energético, especialmente para los aparatos de aire acondicionado, y el apoyo a la electrificación del transporte y la cocina son esenciales para reducir los costes energéticos y las emisiones al mismo tiempo. Los hogares indonesios van a incorporar otros 20 millones de aparatos de aire acondicionado de aquí a 2030; el cambio a las mejores tecnologías disponibles podría evitar una demanda anual de electricidad equivalente a la producción de unas 10 centrales de carbón.
Impulsar la rápida expansión de las energías renovables, especialmente la solar, exige un impulso político inmediato y sostenido. Los proyectos de energía solar en Indonesia son actualmente más del doble de costosos que los de países emergentes similares. Pero los costes pueden reducirse introduciendo tarifas transparentes y competitivas y una cartera de proyectos predecible.
Al mismo tiempo, si se permite que las centrales de carbón funcionen de forma más flexible y se les remunera por ello, Indonesia puede reducir los costes del sistema eléctrico en más de un 5% y ayudar a liberar el espacio en el sistema eléctrico que debe destinarse a las energías renovables.
Para alcanzar el nivel cero en 2060, Indonesia deberá casi triplicar la inversión en energía de aquí a 2030 con respecto al nivel actual. Esto significa una inversión adicional de 8 mil millones de dólares al año para el final de esta década, en comparación con el nivel de una trayectoria sin cambios.
La movilización de esa financiación adicional dependerá de las reformas políticas y del apoyo financiero internacional, para lo cual las Asociaciones para la Transición Energética Justa (JET-P), aprobadas por los líderes del G7 en su Cumbre de junio, pueden proporcionar un marco. La cooperación internacional también será fundamental para introducir en el mercado de Indonesia tecnologías como la energía nuclear, el hidrógeno y la captura de carbono, y para reducir los costes.
"La AIE, como socio permanente y a largo plazo de Indonesia, se compromete a seguir proporcionando análisis de vanguardia y soluciones prácticas para ayudar a Indonesia a alcanzar sus objetivos energéticos y climáticos", declaró el Dr. Birol. "Hago un llamamiento a los socios internacionales de Indonesia para que hagan su parte movilizando la financiación de las energías limpias a través de una Asociación para la Transición Energética Justa y asegurando las tan necesarias transferencias de tecnología. Los resultados traerán grandes beneficios tanto para Indonesia como para el mundo".