La nueva capacidad de generación de electricidad a partir de energía solar, eólica y otras energías renovables aumentó a un nivel récord en todo el mundo en 2021 y crecerá aún más este año, ya que los gobiernos tratan de aprovechar cada vez más la seguridad energética y los beneficios climáticos de las energías renovables, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
El mundo añadió un récord de 295 gigavatios de nueva capacidad de energía renovable en 2021, superando los desafíos de la cadena de suministro, los retrasos en la construcción y los altos precios de las materias primas, según la última actualización del mercado de energía renovable de la AIE.
Se espera que las adiciones de capacidad mundial aumenten este año a 320 gigavatios, lo que equivale a una cantidad que estaría cerca de satisfacer toda la demanda de electricidad de Alemania o de igualar la generación total de electricidad de la Unión Europea a partir de gas natural.
La energía solar fotovoltaica va a representar el 60% del crecimiento mundial de la energía renovable en 2022, seguida de la eólica y la hidroeléctrica.
En la Unión Europea, las adiciones anuales aumentaron casi un 30% hasta alcanzar los 36 gigavatios en 2021, superando por fin el anterior récord del bloque de 35 gigavatios establecido hace una década.
La capacidad adicional de energías renovables encargada para 2022 y 2023 tiene el potencial de reducir significativamente la dependencia de la Unión Europea del gas ruso en el sector eléctrico. Sin embargo, la contribución real dependerá del éxito de las medidas paralelas de eficiencia energética para mantener controlada la demanda de energía de la región.
"La evolución del mercado energético en los últimos meses -especialmente en Europa- ha demostrado una vez más el papel esencial de las renovables en la mejora de la seguridad energética, además de su probada eficacia en la reducción de las emisiones", afirmó el Director Ejecutivo de la AIE, Fatih Birol.
"Reducir la burocracia, acelerar la concesión de permisos y ofrecer los incentivos adecuados para un despliegue más rápido de las renovables son algunas de las medidas más importantes que pueden tomar los gobiernos para hacer frente a los retos actuales de seguridad energética y de mercado, manteniendo viva la posibilidad de alcanzar nuestros objetivos climáticos internacionales", agregó.
El crecimiento de las energías renovables en lo que va de año es mucho más rápido de lo previsto inicialmente, impulsado por el fuerte apoyo político en China, la Unión Europea y América Latina, que está compensando con creces un crecimiento más lento de lo previsto en Estados Unidos.
Las perspectivas estadounidenses se ven empañadas por la incertidumbre sobre los nuevos incentivos a la energía eólica y solar y por las medidas comerciales contra las importaciones de energía solar fotovoltaica procedentes de China y el Sudeste Asiático.
Sin embargo, según las políticas actuales, el crecimiento mundial de las energías renovables perderá impulso el próximo año. En ausencia de políticas más firmes, se espera que la cantidad de capacidad de energía renovable añadida en todo el mundo se estabilice en 2023, ya que el progreso continuo de la energía solar se ve compensado por una disminución del 40% en la expansión de la energía hidroeléctrica y poco cambio en las adiciones eólicas.
Si bien los mercados energéticos se enfrentan a una amplia gama de incertidumbres, la mayor atención de los gobiernos a la seguridad y la asequibilidad de la energía -sobre todo en Europa- está dando un nuevo impulso a los esfuerzos para acelerar el despliegue de soluciones de eficiencia energética y tecnologías de energía renovable.
Por lo tanto, las perspectivas de las energías renovables para 2023 y más allá dependerán en gran medida de si se introducen y aplican políticas nuevas y más sólidas en los próximos seis meses.
El crecimiento actual de la capacidad de energía renovable sería aún más rápido sin los actuales retos logísticos y de la cadena de suministro.
Se espera que el coste de la instalación de plantas solares fotovoltaicas y eólicas siga siendo superior a los niveles anteriores a la pandemia a lo largo de 2022 y 2023 debido a los elevados precios de las materias primas y del transporte, invirtiendo una década de costes decrecientes. Sin embargo, siguen siendo competitivos porque los precios del gas natural y de otros combustibles fósiles alternativos han subido mucho más rápido.
Las adiciones mundiales de capacidad solar fotovoltaica van camino de batir nuevos récords tanto este año como el próximo, y el mercado anual alcanzará los 200 GW en 2023.
El crecimiento de la energía solar en China e India se está acelerando, impulsado por el fuerte apoyo político a los proyectos a gran escala, que pueden completarse a un coste menor que las alternativas de combustibles fósiles.
En la Unión Europea, se espera que las instalaciones solares en los tejados de los hogares y las empresas ayuden a los consumidores a ahorrar dinero a medida que aumenta la factura de la electricidad.
Las incertidumbres políticas, así como las largas y complejas regulaciones de permisos, están impidiendo un crecimiento mucho más rápido para la industria eólica. Después de haber caído un 32% en 2021 tras unas instalaciones excepcionalmente altas en 2020, se espera que las adiciones de nueva capacidad eólica en tierra se recuperen ligeramente este año y el próximo.
Las nuevas incorporaciones de capacidad eólica marina caerán un 40% en todo el mundo en 2022, después de haber sido impulsadas el año pasado por un enorme salto en China, ya que los promotores se apresuraron a cumplir un plazo de subvención. Sin embargo, las adiciones globales están en camino de ser más del 80% más altas este año que en 2020. Incluso con su expansión más lenta este año, China superará a Europa a finales de 2022 para convertirse en el mercado con la mayor capacidad eólica marina total del mundo.
La demanda de biocombustibles se recuperó en 2021 de sus mínimos pandémicos para alcanzar más de 155 mil millones de litros, cerca de los niveles de 2019. Se espera que la demanda siga aumentando: un 5% en 2022 y un 3% en 2023. Sin embargo, las repercusiones de la invasión rusa de Ucrania han contribuido a una revisión a la baja del 20% de nuestra anterior previsión de crecimiento de los biocombustibles en 2022.
Dado que los biocombustibles se mezclan con la gasolina y el gasóleo, gran parte de la revisión a la baja se debe a la ralentización de la demanda de transporte, que se ha visto deprimida por una combinación de factores como las crecientes presiones inflacionistas, el menor crecimiento económico mundial y las restricciones de movilidad relacionadas con Covid en China.