Luxemburgo.- “El clima es el principal tema en la agenda política de nuestro tiempo”, afirmó el presidente del Banco Europeo de Inversiones (EIB), Werner Hoyer, al anunciar la decisión de terminar de manera progresiva con esos planes de financiamiento, en línea con los compromisos del Acuerdo de París para frenar el cambio climático.
“Dejaremos de financiar los combustibles fósiles, es decir los proyectos de petróleo, gas y carbón, y lanzaremos la estrategia de inversión climática más ambiciosa de cualquier otra institución financiera pública”, aseguró el directivo en una declaración.
El brazo de préstamos de la Unión Europea (UE) es el primer banco en descartar el flujo de capital para proyectos que contribuyan a la crisis climática, lo que es considerado un paso importante rumbo al objetivo del bloque comunitario de ser neutral en carbono para el año 2050.
Una vez que terminen los préstamos a combustibles fósiles, se exigirá que todos los proyectos que soliciten fondos demuestren que pueden producir un kilovatio hora de energía mientras emiten menos de 250 gramos de dióxido de carbono (CO2), de acuerdo con la nueva política del banco.
Esta disposición excluye a las centrales eléctricas tradicionales que queman gas. Este tipo de proyectos aún son posibles, pero tendrían que basarse en lo que el banco denominó “nuevas tecnologías”, como la captura y almacenamiento de carbono, la combinación de generación de calor y energía, o la mezcla de gases renovables con el gas natural fósil.
Además, la institución priorizará las energías renovables y eficientes, con lo cual se destinará alrededor de mil millones de euros para mover la economía de Europa hacia una energía más limpia.
El EIB ha financiado 13 mil 400 millones de euros en proyectos de combustibles fósiles desde el año 2013 y sólo en 2018 financió proyectos por un valor de dos mil millones de euros.
Los proyectos de gas son bastante comunes en los estados miembros de la UE, ya que se consideran una alternativa más limpia al carbón y al petróleo a medida que los países abandonan el uso de combustibles fósiles.
Andrew McDowell, vicepresidente responsable de Energía del EIB, destacó que “este es un primer paso importante, este no es el último”, mientras grupos ambientalistas acogieron con beneplácito la decisión.