Río de Janeiro.- Neoenergía, segunda mayor distribuidora de energía de Brasil y subsidiaria del grupo español Iberdrola, prevé que la empresa comenzará a explotar el enorme potencial de la energía eólica marítima (offshore) del gigante sudamericano en entre tres y cinco años.
La previsión fue anunciada este miércoles por el presidente de Neoenergía, Mario Ruiz-Tagle, en una rueda de prensa en Río de Janeiro en la que dijo confiar en que la actual crisis energética de Brasil y mundial obligará al Gobierno a acelerar el proceso de reglamentación de la energía eólica marítima.
"Calculo que, a mediano plazo, en unos 3, 4 o máximo 5 años tendremos en operación los primeros proyectos pilotos de eólica offshore en Brasil", afirmó el ejecutivo.
Pese al enorme potencial de Brasil en esta área, ya que estudios indican que el país puede generar hasta 700 gigavatios de energía eólica en altamar, el Gobierno aún no ha reglamentado el sector.
A la espera de esa reglamentación, las autoridades ambientales ya recibieron para análisis cerca de una veintena de proyectos de parques eólicos marinos en el país, con capacidad para generar unos 40 gigavatios de energía, por parte de grandes empresas del sector, como Iberdrola, Shell, Engie y Equinor.
Neoenergía está en la fase inicial de estudios de tres proyectos con una capacidad sumada de 9 gigavatios frente a las costas de los estados de Ceará (nordeste), Río de Janeiro (sudeste) y Río Grande do Sul (sur).
"Estamos en fases muy preliminares de estudios pero al mismo tiempo estamos trabajando en conjunto con las autoridades para el desarrollo de la reglamentación para el sector", dijo Ruiz-Tagle.
En Ceará, el proyecto con estudios más avanzados, la intención es construir cuatro parques eólicos a unos 22 kilómetros del litoral de la ciudad de Itapipoca y en una región del océano Atlántico con entre 20 y 50 metros de profundidad, que tendrían capacidad para generar 3 gigavatios.
Los tres parques de Río de Janeiro, también con 3 gigavatios de capacidad, serían instalados a unos 26 kilómetros de la ciudad de Sao Joao da Barra, y los de Río Grande do Sul, con la misma potencia, a unos 7 kilómetros del municipio de Osorio.
Los 9 gigavatios de los parques marinos casi doblarán la actual capacidad instalada de generación de Neoenergía en Brasil, que es de cerca de 4,7 gigavatios, en casi un 80 % de fuentes renovables.
"Estamos por buen camino. Pensábamos que el proceso (de reglamentación) sería más lento, pero la crisis debe acelerarlo", afirmó Ruiz-Tagle al citar la grave sequía que sufrió Brasil el año pasado, la mayor en 90 años, y que dejó en niveles mínimos las hidroeléctricas responsables por más del 60% de la energía generada por el país.
"Ya tenemos un primer proyecto de reglamentación y avanzamos a pasos bastante acelerados, por lo que puedo decir que estoy bastante optimista", agregó.
El presidente de Neoenergía dijo igualmente que la actual guerra entre Rusia y Ucrania debe acelerar los proyectos para buscar nuevas fuentes de energía no solo en Europa, que depende del gas ruso, sino también en América Latina.
Afirmó que la prioridad de los nuevos proyectos será la energía renovable debido a que las fuentes de energía fósil están con dificultades para conseguir financiación.
Según Ruiz-Tagle, la gran potencialidad de la energía eólica offshore de Brasil obedece a que el país tiene una gigantesca plataforma continental en el océano Atlántico con profundidades adecuadas (aguas rasas) para este tipo de proyectos y con incidencia de vientos alisios de intensidad y direcciones constantes.
Agregó que otra gran ventaja de Brasil es que ya posee una poderosa industria que ofrece equipos y logística para la explotación de petróleo y gas desde plataformas marinas.
Igualmente citó como ventaja "el gran volumen de producción de energía" que puede generar cualquier proyecto offshore en el país.