Síguenos en @PortAmbiental
La Paz.- La organización no gubernamental AIDA, el Centro de Comunicación y Desarrollo Andino (CENDA), el colectivo de Coordinación de Acciones Socio Ambientales (CASA) y la Red Nacional de Mujeres en Defensa De la Madre Tierra solicitaron en un comunicado conjunto la presencia en Bolivia de expertos de la Convención Ramsar.
"El conocimiento especializado sobre humedales de la Convención de Ramsar puede ser de enorme utilidad para salvar los lagos Poopó y Uru Uru", explicó el abogado de la Asociación Interamericana para la Defensa del Medio Ambiente (AIDA), Carlos Lozano, en el comunicado.
La convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional Ramsar, como hábitat de aves acuáticas, es un tratado intergubernamental para la protección de estos espacios naturales.
"Pedimos que expertos de Ramsar identifiquen medidas para fortalecer la vigilancia y monitoreo de estos ecosistemas", expresó Ángela Cuenca del colectivo CASA, en el boletín.
Estos dos lagos están en "grave riesgo" por la actividad minera, el desvío de ríos y la crisis climática, según el comunicado, y de sus aguas dependen comunidades aledañas, al igual que diversas especies de animales.
El lago Poopó, el segundo más grande de Bolivia tras el Titicaca, y el Uru Uru están ubicados en el departamento de Oruro y son una fuente importante de agua para la biodiversidad, en especial de aves migratorias y endémicas.
Estos dos lagos concentran la mayor cantidad de flamencos en el altiplano boliviano y son el hogar de especies como la keñola, un ave en peligro de extinción, destaca el boletín.
En 2015 los niveles de agua del lago Poopó se redujeron al grado que el cuerpo de agua casi desaparece, por la sedimentación producida por la minería y desvíos de afluentes, entre otros factores.
Aunque logró subir su caudal en tiempo de lluvia, aún es muy crítica la situación en época seca, advierte el boletín.
El lago está situado en una depresión de la cordillera andina y su zona de influencia ha estado poblada históricamente por indígenas urus y aimaras.
Parte de la población que vivía de la pesca y otros recursos del lago se ha visto forzada a procesos de migración dentro de Bolivia, en busca de fuentes de subsistencia.
Bolivia, que se adhirió a la Convención de Ramsar en 1990 y la ratificó el 7 de mayo de 2002, tiene declarado al menos once sitios Ramsar, entre los que destacan los lagos Titicaca, Poopó y Uru Uru.