Ginebra.- Franz Weber nació en Basilea el 27 de julio de 1927 y formado en la universidad parisina de La Sorbona, Weber comenzó su carrera profesional como periodista en los años 50, aunque pronto se interesó por la protección ambiental de parajes en peligro y acabó dedicándose de lleno a la causa ecologista.
En 1965 empezó su primera campaña, con el fin de que el Gobierno de Suiza frenara la especulación inmobiliaria y estableciera un plan de protección estatal del valle alpino de Engandina (sureste), y tras lograr este primer éxito lanzó iniciativas similares dentro y fuera del país.
Pronto se dio a conocer por sus iniciativas para recaudar en todo el mundo fondos para proteger zonas como los valles vinícolas del lago Lemán (Suiza), la Provenza francesa, los bosques de la ribera del Danubio europeo o el santuario de Delfos, en Grecia.
Su campaña contra la matanza de focas en Canadá, secundada por celebridades como la actriz francesa Brigitte Bardot, aumentó su fama internacional, lo que le permitió crear en 1975 una fundación con su nombre para la lucha medioambiental, una institución a cuyo frente está actualmente su hija, Vera Weber.
"Perdí a mi padre y también a mi guía en la lucha por un mundo en el que valga la pena vivir", señaló Vera Weber en el comunicado en el que anunció el fallecimiento de su progenitor.
Una de las últimas batallas al frente de su fundación -en el último lustro sus problemas de salud le obligaron a retirarse- fue en 2012, cuando consiguió que Suiza aprobara en referéndum una normativa para limitar las segundas residencias al 20 por ciento del total, que en su honor se bautizó "ley Weber".