WWF acogió con gran satisfacción el acuerdo del texto para un nuevo Tratado Mundial de Alta Mar jurídicamente vinculante alcanzado por las naciones en Nueva York, NY, creando un marco para la conservacion de la vida marina y restringir las actividades nocivas en dos tercios del océano.
Con casi dos décadas de preparación, y con delegados trabajando día y noche para llegar a un acuerdo final, el texto describe mecanismos para conservar y utilizar de manera sostenible la biodiversidad marina en alta mar, áreas fuera de las jurisdicciones internacionales.
WWF considera que el acuerdo permitirá el establecimiento de áreas marinas protegidas de alta mar y ayudará a llenar los vacíos en el mosaico actual de organismos de gestión, lo que resultará en una mejor cooperación y un menor impacto acumulativo de las actividades en alta mar, como el transporte marítimo, la pesca industrial y la explotación de otros recursos.
"Lo que ocurra en alta mar ya no estará 'fuera de la vista, fuera de la mente'. El Tratado de Alta Mar permitirá el tipo de supervisión e integración que necesitamos si queremos que el océano siga proporcionando los beneficios sociales, económicos y medioambientales de los que disfruta actualmente la humanidad", afirma Jessica Battle, principal experta en Gobernanza y Políticas Oceánicas Mundiales, que dirigió el equipo de WWF en las negociaciones.
Ahora podemos considerar los impactos acumulativos en nuestro océano de una manera que refleje las interconexiones en el contexto de una economía azul y de los ecosistemas que la sustentan", agrega.
WWF afirma que el Tratado de Alta Mar es necesario para implementar el Marco Global de Biodiversidad, que compromete a los países a proteger y conservar al menos el 30% del océano, y asegurar que el 30% de las áreas degradadas estén bajo restauración, para 2030.
Este es un momento histórico para los océanos, que marcará el comienzo de una nueva era de responsabilidad colectiva para el bien común más importante de nuestro planeta", señala Pepe Clarke, líder de la Práctica de Océanos de WWF.
"El año pasado, las naciones se comprometieron a detener y revertir la pérdida de naturaleza para 2030. El logro de hoy es un paso significativo hacia el cumplimiento de esa promesa”, comenta.
WWF indicó que es muy satisfactorio que las actividades en alta mar estén sujetas a evaluaciones de impacto ambiental proporcionales a la escala de los impactos.
Todas las actividades que puedan repercutir en la vida oceánica tendrán que estar cubiertas por estas evaluaciones, lo que brindará la oportunidad de detener las actividades perjudiciales y reducir los impactos acumulativos. Esto será especialmente importante cuando se trate de posibles actividades futuras, como la explotación minera de los fondos marinos y la captura y almacenamiento de carbono en aguas profundas, de las que actualmente se tienen muy pocos conocimientos sobre sus impactos.
WWF considera fundamental que como resultado del acuerdo se establezca un Organismo Científico y Técnico para garantizar que las propuestas y los planes de gestión para las áreas marinas protegidas se evalúen de manera sólida y que los informes de evaluación de impacto ambiental se reciban y se pongan a disposición de la comunidad mundial. Junto con esto, el Comité de Implementación y Cumplimiento pondrá en práctica una cooperación robusta y un mecanismo de resolución de disputas brindando la oportunidad para que los Estados tomen medidas contra las infracciones.
La obligación de las naciones desarrolladas de compartir conocimientos y tecnologías, y de crear capacidad entre los países facilitará una participación más equitativa en la conservación de la alta mar, en particular para las naciones en vías de desarrollo.
Los defensores de los océanos en todo el mundo estamos celebrando este logro que ha tomado años", indicó Battle.
"Pero sabemos que no es la meta final. Para que las buenas intenciones del tratado den resultados en el agua, tenemos que mantener la presión. Una vez que se resuelvan los tecnicismos y se adopte el tratado, este debe entrar en vigor para que pueda ponerse en práctica: todos los países deben firmarlo y ratificarlo formalmente rápidamente en su propia legislación nacional. Las palabras importan, pero nuestro océano necesita acción", agregó.
La alta mar sustenta pesquerías cruciales, proporciona hábitats para cientos de miles de especies y ayuda a mitigar los impactos climáticos; 23% de las emisiones de carbono ocasionadas por hombre han sido absorbidas por el océano en los últimos 10 años.
La alta mar y la vida silvestre que migra a través de estas aguas finalmente recibirán la atención que merecen, una vez que los países adopten y ratifiquen este acuerdo permitiendo que el instrumento entre en vigor.