Nueva York.- Una coalición de gobiernos lanzó, desde Nueva York (Estados Unidos), el ‘Desafío del Agua Dulce’, una iniciativa que busca restaurar ríos, lagos y humedales degradados, fundamentales para hacer frente al deterioro de las crisis mundiales del agua, el clima y la naturaleza.
El anuncio, hecho en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua en Nueva York, pretende restaurar 300 mil km de ríos —lo que equivale a dar más de 7 veces la vuelta a la Tierra— y 350 millones de hectáreas de humedales —una superficie mayor que la de la India— para 2030.
Además del suministro de agua, los ecosistemas sanos de agua dulce proporcionan una gran cantidad de beneficios a las personas y a la naturaleza, y son fundamentales para mitigar el cambio climático y adaptarse a él, así como para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Sin embargo, en los últimos 50 años se ha perdido un tercio de los humedales del mundo, y su desaparición sigue siendo más rápida que la de los bosques. Los ríos y lagos son los ecosistemas más degradados del mundo, con vastas poblaciones de peces, muchos de los cuales son vitales para la seguridad alimentaria de las comunidades y que se encuentran al borde del abismo.
El sexto informe de evaluación del IPCC, publicado esta semana, señala las graves repercusiones del cambio climático en los ecosistemas de agua dulce y subraya la necesidad de protegerlos y restaurarlos para mejorar la adaptación y construir sociedades, economías y ecosistemas resilientes.
Liderado por los gobiernos de Colombia, República Democrática del Congo, Ecuador, Gabón, México y Zambia, el ‘Desafío del Agua Dulce’ insta a todos los gobiernos a comprometerse con objetivos claros en sus Estrategias Nacionales de Biodiversidad y Planes de Acción actualizados, Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional y Plan Nacional de Implementación de los ODS para restaurar urgentemente los ecosistemas de agua dulce saludables.
Susana Muhamad, Ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, aseguróque “esta iniciativa va en concordancia con las prioridades del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026, que permitirá que el país fortalezca el Ordenamiento Territorial alrededor del Agua, protegiendo todos los sistemas hídricos, desde una perspectiva del agua como recurso común y derecho fundamental. Esto implica la participación de las comunidades para resolver conflictos socioambientales, respetando la diversidad cultural y garantizando la conservación de la biodiversidad”.
“El ‘Desafío del Agua Dulce’ es una iniciativa impulsada por los países con un enfoque inclusivo y colaborativo, en el que los gobiernos y sus socios crearán conjuntamente soluciones para el agua dulce, que permitan fortalecer los procesos nacionales de protección, restauración y uso sostenible de los ecosistemas de agua dulce, con los pueblos indígenas, las comunidades locales y otras partes interesadas” agregó Ximena Barrera, directora de Relaciones de Gobierno y Asuntos Internacionales de WWF Colombia.
Partiendo del Marco Mundial para la Biodiversidad, acordado en Montreal en diciembre de 2022, el cual incluía la restauración del 30% de las “aguas dulces” degradadas del mundo, el Desafío contribuirá al Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas.
El Decenio de la ONU es una iniciativa para revitalizar nuestro planeta, codirigida por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO por sus siglas en inglés).
Inger Andersen, directora ejecutiva de PNUMA declaró: “Los ríos, lagos y humedales sanos son la base de nuestras sociedades y economías, pero a menudo son infravalorados y pasados por alto. Por eso es tan loable el compromiso de los gobiernos de Colombia, la República Democrática del Congo, Ecuador, Gabón, México y Zambia. De los 1.000 millones de hectáreas que los países prometieron restaurar, ninguno se centra explícitamente en los ecosistemas de agua dulce. El ‘Desafío del Agua Dulce’ es un primer paso en esta dirección”.
Stuart Orr, director de Agua Dulce de WWF Internacional aseguró que “el signo más claro del daño que hemos hecho —y seguimos haciendo— a nuestros ríos, lagos y humedales, es el alarmante colapso del 83% de las poblaciones de especies de agua dulce desde 1970. El ‘Desafío de Agua Dulce’ establece los objetivos y marcos adecuados para revertir esta tendencia, en beneficio no solo de la naturaleza, sino también de las personas de todo el mundo. Necesitamos que los gobiernos y los socios se comprometan urgentemente como parte de la Agenda de Acción para el Agua que saldrá de esta Conferencia de la ONU”.
El ‘Desafío del Agua Dulce’ se centrará en proporcionar las pruebas necesarias a nivel nacional para diseñar y aplicar eficazmente medidas de restauración, identificar áreas prioritarias para la restauración, actualizar las estrategias y planes nacionales pertinentes, y movilizar recursos y establecer mecanismos financieros para aplicar los objetivos.
Dirigido por la coalición de países, el ‘Desafío del Agua Dulce’ cuenta con el apoyo del Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas, la Secretaría de la Convención sobre los Humedales, WWF, UICN, The Nature Conservancy, Wetlands International y ABinBev.