Para el Gobierno de Jalisco es importante reconocer que la suma de esfuerzos tiene resultados con impactos positivos en el medio ambiente, ejemplo de ello es la documentación de la presencia del águila real en la región norte de nuestro estado, una especie catalogada como amenazada por la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010.
La Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet), a través de las Juntas Intermunicipales de Medio Ambiente (JIMA), impulsa proyectos para el monitoreo del águila real. Hoy 13 de febrero, conmemoramos el día nacional del águila real. Esta majestuosa ave, además de ser nuestro símbolo nacional, es un animal sagrado en la cosmovisión Wixárika ya que vigila lo que sucede sobre la tierra.
En la región norte de Jalisco, con la gestión de la Junta Intermunicipal de Medio Ambiente para la Gestión Integral de la Región Norte de Jalisco (JINOR) y el financiamiento del Fideicomiso del Fondo Estatal de Protección al Ambiente del Estado de Jalisco (Fepaj); se integraron cuatro brigadas de monitoreo especializadas.
A través de esta labor, del 2020 a la fecha, se han identificado y monitoreado siete territorios de anidación del águila real, además en los municipios que integran la región norte se han registrado y observado 18 ejemplares, así como documentado tres éxitos reproductivos, polluelos de águila real que abandonan el nido de forma exitosa y en buen estado.
Por otro lado, la Junta Intermunicipal de Medio Ambiente Altos Norte (JIAN) en colaboración con la asociación civil Faunística, ha trabajado en el monitoreo del águila real, en marzo de 2022 se confirmó la anidación de una pareja, se documentó el proceso de crecimiento del polluelo que salió del nido en mayo del mismo año y a quien le nombraron como Matías “El Alteño”. Este fue el primer registro de éxito reproductivo en la región. Además con información de telemetría satelital, se han identificado cinco sitios en condiciones para la anidación de la especie.
El águila real es considerada una especie sombrilla ya que su presencia indica que existen los suficientes recursos en los ecosistemas para su desarrollo y reproducción, como presas silvestres, sitios de refugio y anidación. Dentro de las principales amenazas identificadas para esta especie encontramos el envenenamiento bioacumulativo por ingerir presas que han sido envenenadas, los cables de alta tensión, la pérdida del hábitat ya que disminuye la disponibilidad de animales para cazar y la presencia de grupos de cacería ilegal.
Para conservar el águila real, el Estado de Jalisco firmó en febrero del 2021 el Manifiesto para la Protección del Águila Real en el Territorio del Corredor Biocultural del Centro Occidente de México (Cobiocom) con los gobiernos de Guanajuato, Aguascalientes y Zacatecas.