La Wildlife Conservation Society (WCS) publicó una imagen de unos científicos tomando una muestra de un murciélago frugívoro pajizo (Eidolon helvum) para analizarlo en busca de enfermedades zoonóticas como el virus del Ébola.
A través de una nueva asociación con la Fundación Congoleña para la Investigación Médica (FCRM), se recogerán de forma segura muestras de sangre e hisopos nasoofaríngeos de unos 100 individuos adultos relacionados con el comercio de murciélagos para evaluar su posible exposición a enfermedades.
Este nuevo estudio permitirá a los expertos estimar mejor el riesgo asociado al comercio de murciélagos frugívoros vivos y al consumo de carne de murciélago, especialmente en zonas urbanas.
El muestreo de murciélagos en el Congo tuvo lugar recientemente cerca de Brazzaville. La WCS trabajó con cazadores que suelen vender sus capturas en mercados de carne de animales silvestres, y las muestras se analizarán para detectar la presencia de al menos tres familias víricas con alto potencial zoonótico.
Ninguna ha dado positivo para material genético de filovirus, pero se sabe que las especies de murciélagos buscadas son reservorios de filovirus y tienen anticuerpos contra los virus del Ébola.
Prosiguen los esfuerzos para comprender la fuente potencial de este patógeno. La ciencia ha demostrado que existe una clara relación entre pandemias como la de COVID-19 y el aumento de la interacción entre los seres humanos y la fauna salvaje, lo que ofrece una perspectiva y una orientación cruciales para los futuros esfuerzos de prevención.
Desde 2012, la WCS ha analizado más de mil 200 murciélagos frugívoros en todo el Congo en busca de patógenos con potencial zoonótico.