Con un Sistema Analizador Láser de Isótopos de Agua Líquida, que será donado próximamente a la UNAM por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), científicos del Instituto de Geología (IGL) de esta casa de estudios completarán sus investigaciones sobre los fundamentos del ciclo hidrológico en la cuenca La Antigua, cerca de Xalapa, Veracruz, las cuales estarán listas el próximo año.
De esta manera, se fortalecerá el Laboratorio de Isótopos Estables del IGL para profundizar en este tipo de estudios, los cuales ayudarán también a conocer la disponibilidad y calidad del recurso, además de sugerir políticas públicas para su adecuada gestión y protección, detalló el investigador del IGL, Juan Pérez Quezadas.
La seguridad del vital líquido se ha constituido en un asunto crítico para el desarrollo humano y la sostenibilidad ambiental y económica, particularmente por el crecimiento de la población mundial. El OIEA aborda este desafío mediante metodologías de hidrología isotópica con base científica y capacitación técnica, abundó en entrevista.
El acceso a agua potable confiable y segura es un factor importante para satisfacer las necesidades de las personas y mantener su salud; es crucial para la producción sostenible de alimentos y energía, la industria y la protección del medio ambiente. Las técnicas isotópicas nucleares proporcionan información clave sobre las fuentes del recurso natural y el impacto de la sociedad en el clima, añadió el experto.
Ese recurso no renovable está naturalmente marcado con “huellas digitales” isotópicas, que pueden usarse para determinar la fuente, edad, movimiento y sus interacciones sobre y bajo tierra. Esta información proporciona una base científica necesaria para su gestión racional.
“Huellas digitales”
En colaboración con Juan Cervantes Pérez, de la Facultad de Ciencias Atmosféricas de la Universidad Veracruzana, Pérez Quezadas busca con esta investigación fortalecer las capacidades nacionales sobre la gestión de los recursos hídricos a través de la implementación de la técnica de multitrazado isotópico, y la capacitación de personal técnico, suministro de equipos y generación de información sobre la calidad y cantidad del líquido.
En el laboratorio utilizan como trazadores los isótopos estables del agua: oxígeno 18 y deuterio. “Tenemos que imaginar que en diferentes partes del ciclo la composición isotópica tiene una forma particular. El conocer esa ‘huella digital’ en el proceso de circulación del agua de la atmósfera, superficial y subterránea, nos ayuda a entender y hacer balances hidrológicos. Eso nos lleva a comprender los ciclos hidrológicos locales de cuencas y subcuencas, como las que ahora estudiamos en Veracruz”, señaló.
El vital líquido se mueve entre el mar, el aire y la tierra. En cada etapa hay un cambio registrado por una diferencia en la concentración de isótopos de oxígeno e hidrógeno en ella, que establece una “huella digital”. Las trazas de metales o compuestos químicos que se disuelven en ella también proporcionan pistas.
Los isótopos son átomos de un elemento que son químicamente idénticos, pero físicamente diferentes. La ciencia nuclear es capaz de distinguirlos mediante espectrometría de masas. Tanto el hidrógeno como el oxígeno, los elementos del agua, poseen en su mayoría isótopos ligeros. Cuando se diluye el vapor del agua del océano, los más pesados se condensan primero y caen en forma de lluvia antes que el agua ligera.