El benzo(a)pireno, clasificado como cancerígeno para humanos y otros organismos, ha sido identificado en concentraciones altas en cuerpos de agua contaminados alrededor del mundo, lo cual resulta preocupante por los efectos tóxicos que puede tener en el desarrollo, reproducción y supervivencia de la vida acuática, incluidas las especies de importancia comercial.
Este contaminante, generado principalmente por la quema incompleta de materiales orgánicos y combustibles fósiles, llega a ríos, mares y lagos, en donde la flora y fauna de estos ecosistemas entran en contacto con él, lo cual hace necesario estudiar sus efectos e identificar sus mecanismos de acción, señaló Reyna Collí Dulá, investigadora del programa Cátedras Conacyt adscrita al Cinvestav Unidad Mérida.
Collí Dulá desarrolló un estudio para evaluar los efectos del benzo(a)pireno (exposición aguda y subcrónica) en el crecimiento y el desarrollo de individuos machos de tilapia del Nilo (Oreochromis niloticus), una especie de importancia comercial que en algunos lugares de México es cultivada en lagos con probabilidades de estar contaminados.
En el trabajo se reporta que la exposición subcrónica (dosis repetidas) puede comprometer la salud de los machos de la tilapia del Nilo, debido a que se observó una disminución en los indicadores del crecimiento de los peces (como el peso y el tamaño), alteraciones en los niveles hormonales, cambios en genes involucrados en el desarrollo, la desintoxicación a contaminantes y también genes asociados con el daño al ADN.
Una de las pruebas experimentales consistió en exponer a un grupo de peces de tilapia del Nilo, en etapa juvenil, a una dosis alta de benzo(a)pireno y evaluar (a uno, dos, tres y cinco días) la expresión en el hígado y en los testículos de un conjunto de genes indicadores de la presencia del contaminante en el organismo: algunos relacionados con el metabolismo, el crecimiento, los niveles hormonales y el cáncer.
En otro experimento, llevado a cabo con organismos adultos, se evaluaron los mismos genes, pero frente a una dosis similar a la que se puede encontrar en el ambiente, y que fue repetida en 10 ocasiones y a un tiempo de exposición mayor, a dos, ocho, 26 y 56 días.
Los resultados de ambos ensayos fueron comparados con los de grupos control; también se midió la concentración del contaminante en la bilis y se analizaron diversos factores relacionados con la salud de los peces, como su tamaño.
Cuando los peces se enfrentaron a una exposición subcrónica incrementó la expresión de un gen relacionado con la producción de compuestos capaces de adherirse a la cadena de ADN y ocasionar cambios en su secuencia, esto sugiere que la tilapia del Nilo podría no tener un sistema de desintoxicación efectivo ante los hidrocarburos aromáticos policíclicos, grupo al que pertenece el contaminante evaluado, explicó Collí Dulá.
También se comprobó la expresión, en el hígado y los testículos de los peces, del gen que produce la enzima Glutatión S-transferasa, utilizada como biomarcador de contaminación ambiental, estrés oxidativo y que está relacionada con el desarrollo de cáncer; sugiriendo un fuerte efecto perjudicial sobre la tilapia del Nilo.
Mientras que el resultado más significativo en cuanto a la exposición aguda (una sola dosis) fue sobre el gen IGF1, que produce la proteína denominada factor de crecimiento semejante a la insulina tipo 1, y el receptor de la hormona del crecimiento GHR1, ya que ambos disminuyeron sus niveles de expresión en los testículos de los peces analizados.
De acuerdo con Nacira Albornoz Abud, estudiante de doctorado del Cinvestav Unidad Mérida y quien participó en el estudio, lo anterior indica que la modulación del sistema endocrino de los peces, en el que están involucrados diversos genes, se ve afectada, lo cual podría impactar en su crecimiento y reproducción.
Los datos, publicados en Comparative Biochemistry and Physiology Part C, muestran que la exposición subcrónica al benzo(a)pireno conlleva efectos tóxicos más duraderos en comparación a lo que sucede con una sola dosis, la cual resulta severa inicialmente, pero permite al organismo recuperarse del daño, dijo Albornoz Abud, primera autora de este trabajo.
La información obtenida, destacó Albornoz Abud, permite entender cómo actúa el benzo(a)pireno y la capacidad de la tilapia del Nilo para tolerar el estrés frente a este contaminante, lo que es necesario a fin de tratar de contrarrestar los efectos negativos e identificar estrategias que eviten su presencia en los sistemas de cultivo de estos peces.
Collí Dulá y Albornoz Abud coincidieron en que este tipo de estudios toxicológicos son de relevancia, dado que algunos organismos, como es el caso de los peces, son indicadores del estado del ambiente y de los posibles efectos en el ser humano; ya que, dependiendo de la frecuencia del consumo de organismos contaminados, podrían tener consecuencias en la salud.