México.- Por su contribución en la medición, estudio y evaluación de parámetros relacionados con la radiación solar, la Estación Solarimétrica Selegua del Instituto de Geofísica (IGF) de la UNAM, ahora forma parte de la red de Referencia de Radiación Solar en Superficie (BSRN, por sus siglas en inglés), en la que participan científicos de todo el mundo.
“La red BSRN es un proyecto que tiene como fin determinar la climatología global del balance de radiación solar en la superficie de la Tierra, para entender el sistema, la variabilidad y el cambio climático. Sus estaciones aportan datos precisos para la calibración de instrumentos que operan en satélites meteorológicos”, explicó Mauro Valdés Barrón, jefe del Servicio Solarimétrico Mexicano, perteneciente al IGF.
Dijo que es un orgullo esta distinción, al igual que la condición de la Estación en el Centro Regional para la Medición de la Radiación Solar de la IV Región (Centro América, Norte América y el Caribe) de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), porque reafirma al Servicio Solarimétrico Mexicano como un referente nacional en la medición, estudio y evaluación del recurso solar y pone de manifiesto la calidad de su trabajo en el ámbito internacional.
La verdadera trascendencia de este logro, añadió, es que México cuenta con una estación que permitirá, por primera vez, aumentar la certidumbre en la información que se obtenga de los diferentes satélites meteorológicos y modelos computacionales; además de contar con información completamente fiable para estudios de balance de energía y cambio climático en nuestro territorio.
“Hace casi dos años presentamos nuestra solicitud a la red BSRN, porque nos dimos cuenta que la Estación Solarimétrica Selegua cumplía con la mayor parte de los requerimientos solicitados. Por lo que después de un año de enviar datos al Centro Mundial de Monitoreo de Radiación, escalar la calidad de instrumentos y con el apoyo de la Universidad para tener un especialista para la operación continua del sitio, lo logramos”, detalló.
En este esfuerzo participaron investigadores y técnicos académicos del Instituto de Geofísica. Sin embargo, desde sus inicios este proyecto fue impulsado por Valdés Barrón, Adriana González Cabrera, responsable científico de la estación; y Roberto Bonifaz Alfonzo, titular de la operación en sitio de la Estación Solarimétrica Selegua, ubicada en Chiapas.
“El principal reto ya siendo miembro en la red BSRN es continuar con su operación. Lo más duro ya pasó, que fue conseguir los fondos, instalar la estación y el mantenimiento operativo, por lo que ahora debemos concentrarnos en que siga operando nuestra Estación BSRN, ampliar nuestra Red Solarimétrica Mexicana y seguir ofreciendo datos de primera calidad”, puntualizó.
Red Solarimétrica Mexicana
México no había tenido una red para medir radiación solar, a pesar de ser uno de los países con mayor recurso solar en el mundo, y para su aprovechamiento es necesario saber cuánta radiación hay
De acuerdo con el investigador del IGF, la Red Solarimétrica Mexicana se creó en 2014 de un financiamiento otorgado por la Secretaría de Energía del Gobierno Federal y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, que impulsaron la creación del Centro Mexicano de Innovación en Energía Solar (CEMIESOL), el cual quedó a cargo del Instituto de Energías Renovables de la UNAM.
“México no había tenido una red para medir radiación solar, a pesar de ser uno de los países con mayor recurso solar en el mundo, y para su aprovechamiento es necesario saber cuánta radiación hay, dónde se encuentra y su calidad, porque la radiación varía de acuerdo a la humedad y, por supuesto, a la nubosidad existente en cualquier sitio”, mencionó.
Con este proyecto de CEMIESOL, continuó, se colocó una red de radiación para evaluar este recurso en el país con el menor número de estaciones y dotadas del mayor número de instrumentos que midieran parámetros, como radiación reflejada, onda larga emitida por la superficie de la Tierra, temperatura, precipitación o rapidez del viento, entre otros aspectos. Son 13 estaciones ubicadas en lugares específicos, donde grupos de investigadores trabajan en las áreas de energía solar o climatología solar.
“Instalamos la red, desarrollamos protocolos de mantenimiento y de validación de información en cada estación, porque el objetivo no sólo era medir sino ofrecer al público usuario la mejor calidad de información; los datos deben ser muy confiables debido a la sofisticación de la tecnología que se utiliza para su aprovechamiento. La exactitud de la información es el objetivo final, dado que se utiliza entre otras cosas para la validación de datos obtenidos por radiómetros de satélites”, aclaró.