Londres.- Los científicos de la Universidad de Oxford sugieren importar grandes manadas de bisontes y caballos para proporcionar la megafauna que evitaría el crecimiento de los árboles y crearía enormes zonas de pastoreo.
Estos grandes animales, originalmente presentes en el Ártico junto con los renos, lobos y otras criaturas grandes que aún viven allí, crearían un proyecto de geoingeniería natural para alterar el paisaje, dicen los investigadores. La idea es preservar la mayor cantidad de carbono posible en el suelo y reflejar más luz solar en el espacio.
Los científicos visitaron el Parque Pleistoceno, un experimento ruso en el noreste de Siberia, un intento de recrear el ecosistema de estepa gigantesca de la última edad de hielo, mediante la reintroducción de grandes animales de pastoreo.
Los árboles que crecen cada vez más al norte a medida que el Ártico se calienta, provocan más derretimiento de permafrost al romper la nieve, que de lo contrario reflejaría la luz solar lejos de la Tierra. En cambio, la nieve absorbe más luz solar, lo que aumenta el calentamiento.
Al eliminar la vegetación leñosa, mejorar el crecimiento del césped y pisotear la nieve en busca de forraje invernal, dicen los científicos, los grandes mamíferos aumentan la cantidad de energía solar entrante que rebota en el espacio, el efecto albedo.
Los pastizales también favorecen la captura de carbono en las raíces profundas de los pastos y permiten que las temperaturas frías del invierno penetren más profundamente en el suelo. En conjunto, estos cambios tendrían un efecto de enfriamiento en las tierras árticas y retrasarían el derretimiento del permafrost.
“El Ártico está cambiando y rápido. Adoptar el enfoque de “no hacer nada” provocaría cambios rápidos e irreversibles, comenta el autor principal, Marc Macias-Fauria, de la Escuela de Geografía y Medio Ambiente de Oxford.
El estudio estima que las emisiones de carbono del descongelamiento del permafrost podrían ser de alrededor de 4.35 mil millones de toneladas al año durante este siglo, aproximadamente la mitad de las emisiones de combustibles fósiles y tres veces más que las estimaciones de las emisiones producidas por los cambios actuales y proyectados en el uso de la tierra, por ejemplo en los bosques tropicales.
Uno de los inconvenientes del esquema es la necesidad de importar grandes cantidades de animales relativamente escasos, como el bisonte, en las vastas extensiones a reconfigurar.
El registro fósil en el período que los científicos intentan recrear muestra que cada kilómetro cuadrado contenía un promedio de un mamut, cinco bisontes, 7.5 caballos, 15 renos, 0.25 leones cavernarios y un lobo. Esto es alrededor de la densidad animal de las reservas actuales de caza de sabana africana. Los esfuerzos de reconstrucción se centrarían inicialmente en bisontes y caballos.
Los científicos creen que la reconstrucción podría ser una solución rentable y brindar beneficios adicionales como el nuevo turismo y la “carne silvestre con carbono negativo”, lo que reduciría la demanda de carne vacuna cultivada y reduciría la presión sobre las áreas forestales en los trópicos.