México.- El catedrático de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME), Unidad Zacatenco, Marco Antonio Acevedo Mosqueda, lamentó que en México no se ha abordado mucho el impacto que los campos electromagnéticos causan en el cuerpo, sin embargo se sabe que el uso excesivo de los celulares y WiFi produce un efecto térmico.
Comentó que estudios recientes muestran que las ondas electromagnéticas de estos sistemas de comunicación alteran las ondas del cerebro.
Explicó que la telefonía móvil es una tecnología inalámbrica basada en una amplia red de radiobases, que trasmiten información mediante señales de radiofrecuencia. Existen más de 1.4 millones de estaciones de base en todo el mundo, cifra que se está incrementando debido al surgimiento de nuevas tecnologías.
En el país este tipo de comunicación registró el año pasado, aproximadamente 70 millones de usuarios.
El doctor en Ciencias en Computación comentó que a partir del proyecto multidisciplinario Desarrollo de aplicaciones para equipos móviles que alertan al ser humano de la exposición a los campos electromagnéticos, un grupo de especialistas registró ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial dicha aplicación.
“La app tiene el objetivo de brindar una herramienta de consulta que pueda ser desplegada directamente en su dispositivo móvil. Tiene la ventaja que utiliza la información de GPS del dispositivo y despliega los niveles de señal emitidas en la zona en la que se encuentre. Dichos datos se envían a un servidor central de forma sencilla y controlada”, precisó en un comunicado.
Investigadores politécnicos desarrollaron una aplicación móvil para alertar a la población sobre las zonas geográficas con altos índices de contaminación electromagnética, producida por redes de comunicación inalámbrica como WiFi y telefonía celular. https://t.co/fVnrEYJkWV pic.twitter.com/gTtroUdljz
— IPN (@IPN_MX) 27 de junio de 2019
También el desarrollo integra una aplicación web de gestión y consulta que fue pensada para trabajar con usuarios, monitores, zonas de monitoreo, casos de estudio, registros de monitoreo, niveles recomendados por las normas oficiales y documentación informativa complementaria.
Refirió que actualmente no hay un sistema similar que haga esta medición, por lo que su desarrollo pudiera tener un gran impacto en el futuro.
En este proyecto también participan los investigadores de la ESIME Zacatenco, Miguel Sánchez Meraz y Federico Felipe Durán; así como la profesora Sandra Luz Gómez Coronel, de la Unidad Profesional Interdisciplinaria en Ingeniería y Tecnologías Avanzadas (UPIIITA), ambos centros de estudios pertenecientes al IPN.