Washington.- Los cambios de las políticas ambientales en Brasil y Estados Unidos buscan alterar o eliminar legalmente el estatus de las áreas protegidas y disminuir el tamaño de zonas naturales de conservación establecidas.
Este estudio, en el que han participado investigadores de Alemania, Australia, Chile, Colombia, Guyana, Brasil, Francia, Bolivia y Venezuela, es el más completo hasta ahora sobre este proceso.
Las áreas protegidas cubren el 15 por ciento de la superficie terrestre y fueron creadas para preservar regiones naturales y su biodiversidad.
Si bien no siempre estos procesos de regresión, incluidos los que responden a peticiones de las poblaciones indígenas, son perjudiciales para la biodiversidad, la mayoría de los más recientes, que está relacionados con la autorización para extraer recursos a escala industrial, sí que lo han sido.
Los investigadores, encabezados por Rachel Golden Kroner, de la Universidad George Mason en Virginia, estudiaron más de 200 años de procesos de degradación, reducción o remoción de áreas en las listas de conservación en todo el mundo.
Más de dos millones de kilómetros cuadrados de áreas protegidas en el planeta han sido reducidas desde 1892.
Los resultados muestran que más de dos millones de kilómetros cuadrados de áreas protegidas en el planeta han sido reducidas desde 1892, de los que el 78 por ciento lo han sido desde 2000.
Entre esos procesos, los autores mencionaron las propuestas del Gobierno del presidente Donald Trump para reducir en un 85 por ciento el área protegida de Bears Ears y en un 51 por ciento la de Grand Staircase Escalante.
El artículo también recordó la reciente decisión del Congreso estadounidense que permite la exploración de petróleo y gas en zonas protegidas del Ártico.
Estas medidas, señalaron los autores, tomadas por los Gobiernos de países muy influyentes podrían "animar a otros países a hacer lo mismo amenazando gravemente las áreas protegidas en todo el mundo".