Santiago de Chile.- En el marco de la Expedición Científica Antártica (ECA) 55, realizada en los últimos dos meses, los científicos concluyeron que el deshielo glaciar provoca que los mares de la Antártida se desalinicen, después de recabar pruebas en los alrededores del glaciar Collins, ubicado en la bahía de Fildes, en la isla Rey Jorge.
Este proceso de desalinización oceánica, conocido como "freshening", genera el vertido del agua dulce del hielo de los glaciares en el agua salada de los mares que rodean la Antártida, una de las zonas del planeta más afectadas por este problema.
La oceanógrafa del Instituto Antártico Chileno (INACh) y del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) de la Universidad Austral de Chile (UACh), la doctora Lorena Rebolledo, confirmó que se ha registrado desalinización en la zona.
"Vimos un efecto puntual del 'freshening' en el glaciar Collins, donde era más efectivo la descarga de agua dulce en los primeros dos metros de la columna de agua que, junto a una alta variación, permitía el crecimiento de citoplanton", dijo Rebodello.
Este efecto del agua dulce sobre el agua salada, además de aumentar los niveles de los mares, afecta a la vida de los seres que viven en las cercanías del glaciar.
"Los organismos que viven en estas profundidades, como peces o el kril, están adaptados a cierto rango de temperaturas. En el futuro conocer cómo los organismos se van a adaptar al cambio climático global tanto en los cambios de temperatura y salinidad es fundamental para conocer las adaptaciones que van a tener esos organismos", señaló.
Tras dos meses en el territorio helado, los científicos se cercioraron que el derretimiento del hielo puede medirse con claridad en el agua de las inmediaciones de la masa glaciar y que a medida que uno se aleja de las cercanías la diferencia entre agua dulce y salada se disipa.
"A menos de 300 metros de distancia del glaciar, realizamos siete lances de una sonda oceanográfica CTD Cast-Away, equipo que registra la condición actual de temperatura y salinidad en el mar", explicó la científica chilena.
"Las mediciones que hicimos indican que mientras más cerca del glaciar, la columna de agua es menos salina y más fría. Allí es posible ver el efecto directo del derretimiento de los hielos en el océano Austral y, por lo tanto, la influencia del 'freshening'", aseguró la doctora Rebolledo.
La investigación busca poder determinar la afectación de este fenómeno en la flora y fauna marina y su posible adaptación a las nuevas condiciones de salinidad y temperaturas.