Desde el inicio del sexenio, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, a través de la Subsecretaría de Autosuficiencia Alimentaria, ha impulsado una transición significativa de los sistemas tradicionales de producción de alimentos hacia uno con enfoque agroecológico que permita su producción con calidad y en armonía con la naturaleza, afirmó el subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria, Víctor Suárez Carrera.
Al presidir la conferencia 55 del ciclo Autosuficiencia Alimentaria e Innovación Tecnológica: “Alternativas para enfrentar el cambio climático en la producción de alimentos, con énfasis en la producción de leche”, sostuvo que se trata de una problemática que afecta al mundo.
Suárez Carrera refirió que se había impuesto una ciencia diseñada para beneficiar a las empresas, lo que generó un círculo vicioso en el que la degradación de los recursos naturales se convirtió en la norma.
Sostuvo que la agricultura y la ganadería, además de ser víctimas de las alteraciones climáticas, también son responsables de la generación de los gases de efecto invernadero, metano, C02 y otros con efectos contaminantes.
Aunque América no sea el principal contribuyente a nivel global, México enfrenta situaciones críticas y está sufriendo las consecuencias directas de estos desafíos medioambientales, expresó.
La temperatura global ha aumentado a niveles alarmantes, rompiendo récords y rebasando el límite establecido en los Acuerdos de París. El deshielo de los casquetes polares, las anomalías climáticas y las predicciones ambientales de la NASA son indicadores inequívocos de que debemos actuar con urgencia, afirmó.
El subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria comentó que México enfrenta un año complicado con escasez de agua almacenada.
Informó que desde la Estrategia de Acompañamiento Técnico (EAT) en Leche se llevan a cabo propuestas prácticas de atención al fenómeno climático, como el ensilaje de esquilmos agrícolas para convertirlos en alimento nutritivo para rumiantes.
También, se lleva a cabo el cultivo de yuca en las regiones tropicales para disminuir la dependencia de maíz en la alimentación del al ganado, toda vez que está demostrado que es una planta adaptada a las condiciones adversas del trópico, capaz de desarrollarse en suelos ácidos, poco fértiles y con periodos largos de sequía, abundó.
Esta transición agroecológica se deberá aplicar porque se está padeciendo una menor disponibilidad de agua para la producción de forrajes. El agua para riego será para cultivos de consumo directo para la gente y nos veremos en la necesidad de emplear los esquilmos para alimentar ganado, advirtió.
“El llamado es claro: Debemos dejar atrás modelos obsoletos y abrazar prácticas que respeten y preserven nuestro entorno. La transición hacia un sistema agroecológico es el camino hacia un futuro más verde, más sano y más sostenible”, afirmó.
Expertos plantean alternativas
El coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático en México por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Francisco Estrada Porrúa, advirtió que, bajo un escenario de inacción, el cambio climático puede reducir drásticamente la capacidad de producción agrícola en México.
Entre sus probables impactos están las reducciones en rendimientos entre cinco por ciento y 20 por ciento en las próximas dos décadas y de hasta 80 por ciento a finales del siglo para algunos cultivos y entidades federativas del país.
El profesor-investigador de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Juan Carlos Ku Vera, manifestó que se pueden reducir las pérdidas de energía en bovinos alimentados con follaje de Leucaena leucocephala en sistemas silvopastoriles.
Además, dijo, el follaje y los frutos de algunas especies leguminosas pueden mitigar la emisión de metano entérico en bovinos en sistemas silvopastoriles.
Planteó que es posible producir carne y leche con bajas emisiones de gas de efecto invernadero y se puede transitar al Mercado de Carbono de México para compensar a productores lecheros en regiones ganaderas pobres. Asimismo, abundó, se puede producir leche barata en la península de Yucatán que revierta la desnutrición infantil.
El director general de Autosuficiencia Alimentaria de la Secretaría de Agricultura, Rolando Ernesto Herrera y Saldaña, añadió que el impacto del cambio climático en la ganadería se ve reflejado en sequías e inundaciones, que disminuyen la producción de forrajes y la actividad ganadera.
El panorama que enfrentará la ganadería, indicó el experto de la Subsecretaría de Autosuficiencia Alimentaria, es una menor disponibilidad de agua para la producción de forrajes, el líquido disponible para riego lo será para cultivos de consumo directo por la gente y la formulación de raciones cambiará drásticamente con mayor cantidad de subproductos.
Los esquilmos agrícolas serán los forrajes para el ganado y, posiblemente, la ganadería intensiva registrará una reubicación geográfica, observó.
Como alternativa a esta situación, desde la EAT se promueve y lleva a cabo el silvopastoreo intensivo, el ensilaje de esquilmos agrícolas para convertirlos en alimento nutritivo para rumiantes, la adopción de la yuca en alimento animal y la producción de compostas y lixiviados, detalló.
El director operativo de Estampa Verde AC, Antonio Carrillo Bolea, indicó que se ha buscado detener procesos de erosión mediante la utilización de tecnologías más pertinentes, lo que permite modificar los patrones de siembra y se trabaja en la reducción de la brecha tecnológica en el campo, para incorporar a un mayor número de productores a sus beneficios.
El profesor-investigador del Centro Regional Universitario Centro Norte (CRUCEN) de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh), Francisco Javier Macías Rodríguez, habló de la fermentación semisólida del nopal para uso como complemento proteico en la alimentación de ganado, lo que permite el aprovechamiento sostenible de recursos naturales nativos de cada región productora.
Este esquema, refirió, contribuye también a mitigar efectos adversos al suelo, a la flora y a la fauna, con impacto socioeconómico en los productores, y soluciona el problema de falta de proteína en forrajes típicos de las regiones áridas, principalmente durante la época de sequía.
La investigadora del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), Campus Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, Alma Liz Vargas de la Mora, sostuvo que bajo un esquema de producción de manejo del sistema agroforestal pecuario se ofrece una alternativa para mitigar el cambio climático, al lograrse más de 2.5 veces de producción de forraje y garantizar su disponibilidad en época de sequía, mantener alta biodiversidad de flora y fauna y 11 veces más producción de leche, entre otros beneficios.