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La crisis climática intensifica las olas de calor, advierte la ONU antes de la COP27

La crisis climática intensifica las olas de calor, advierte la ONU antes de la COP27

Los países de menores ingresos del mundo ya están experimentando un aumento desproporcionado del calor extremo. Aunque son los menos culpables del cambio climático, estas naciones verán un aumento significativo del número de personas en riesgo en las próximas décadas.

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Sol en la ciudad
Arto Marttinen

La agencia de asuntos humanitarios de la ONU, OCHA, y la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR) afirman en un informe que es necesario tomar más medidas para evitar que se repitan las desastrosas olas de calor, que se están intensificando debido a la crisis climática.

Las altas temperaturas récord de este año -que están provocando catástrofes en países como Pakistán y Somalia- presagian un futuro con emergencias humanitarias relacionadas con el calor más mortíferas, más frecuentes y más intensas, advirtieron.

Los países de menores ingresos del mundo ya están experimentando un aumento desproporcionado del calor extremo. Aunque son los menos culpables del cambio climático, estas naciones verán un aumento significativo del número de personas en riesgo en las próximas décadas.

A medida que la crisis climática no se controla, los fenómenos meteorológicos extremos, como las olas de calor y las inundaciones, golpean con más fuerza a las personas más vulnerables", dijo Martin Griffiths, Coordinador de Asuntos Humanitarios y Socorro de Emergencia de la ONU.

"En ningún lugar se siente el impacto de forma más brutal que en los países que ya se tambalean por el hambre, los conflictos y la pobreza", añadió.

El informe, titulado Calor extremo: Preparándose para las olas de calor del futuro, se ha publicado antes de la conferencia de la ONU sobre el cambio climático COP27 que se celebrará en Egipto el mes que viene.

Es el primer informe publicado conjuntamente por los socios y ofrece medidas concretas para mitigar los peores efectos del calor extremo.

Este año, comunidades de diversas partes del mundo -en el norte de África, Australia, Europa, el sur de Asia, Oriente Medio, el oeste de Estados Unidos y China- han experimentado temperaturas récord.

Según el informe, se prevé que en las próximas décadas las olas de calor alcancen y superen los límites fisiológicos y sociales del ser humano en regiones como el Sahel, el Cuerno de África y el suroeste de Asia.

Las necesidades humanitarias ya son elevadas en estas regiones, lo que podría provocar sufrimientos y muertes a gran escala, movimientos de población y un aumento de las desigualdades.

Tras señalar que la crisis climática está intensificando las emergencias humanitarias en todo el mundo, el Secretario General de la FICR, Jagan Chapagain, pidió que se invirtiera tanto en la adaptación como en la mitigación, sobre todo en los países más expuestos.

"En la COP27, instaremos a los líderes mundiales a que garanticen que esta inversión llegue a las comunidades locales que están en primera línea de la crisis climática. Si las comunidades están preparadas para anticiparse a los riesgos climáticos y equipadas para actuar, evitaremos que los fenómenos meteorológicos extremos se conviertan en catástrofes humanitarias", afirmó.

El informe también revela cómo las olas de calor contribuyen a la desigualdad, ya que las personas aisladas y marginadas son las que sufren los mayores impactos. Por lo tanto, las inversiones que mitigan el cambio climático y apoyan la adaptación a largo plazo de estas poblaciones deben ser una prioridad.

Además, aunque los impactos del calor extremo son globales, las comunidades vulnerables -los trabajadores agrícolas, por ejemplo- están siendo empujadas a la primera línea de la crisis. Mientras tanto, las personas mayores, los niños y las mujeres embarazadas y lactantes, se enfrentan a un mayor riesgo de enfermedad y muerte.

El informe señala cinco medidas clave para que el personal humanitario pueda apoyar a las personas más vulnerables.

Pide que se proporcione información temprana sobre las olas de calor para ayudar a la gente y a las autoridades a tomar medidas oportunas, por ejemplo poniendo las previsiones a disposición de todos.

También es necesario apoyar la preparación y ampliar la acción anticipatoria, especialmente por parte de los actores locales, ya que suelen ser los primeros en responder a las emergencias.

Al mismo tiempo, las autoridades deben encontrar formas nuevas y más sostenibles de financiar la acción local.

La respuesta humanitaria también tendrá que adaptarse a la "nueva normalidad". Algunas organizaciones ya están probando medidas como los "tejados verdes", los centros de refrigeración y las viviendas de emergencia más adecuadas desde el punto de vista térmico.

Por último, el informe subraya que para hacer frente al impacto del calor extremo también es necesario reforzar el compromiso en los ámbitos humanitario, de desarrollo y climático.

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